Las melodías no solo acompañan los rituales, sino que crean un ambiente sagrado

Karla Gómez NOTICIAS

Félix Rodríguez, profesor de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), resalta la importancia cultural y espiritual de la música zoque, un elemento esencial dentro de las tradiciones y ceremonias de este pueblo indígena. Según Rodríguez, la música no solo es un medio de cohesión social, sino que también juega un papel central en la conexión entre lo humano y lo divino.

“La música zoque es un vínculo entre lo humano y lo sagrado. Más allá de ser una simple ofrenda, cuando se ofrece música, el ser humano está ofreciendo su alma a las deidades, a los santos y a las entidades propias de cada religión”, explica Rodríguez.

Menciona que esta idea se extiende al concepto de la mayordomía, un sistema ceremonial en el que la música tiene un rol fundamental.

En este contexto, dice que las melodías no solo acompañan los rituales, sino que crean un ambiente sagrado que facilita la interacción con lo divino.

Uno de los ejemplos más significativos de esta interacción entre lo mundano y lo sagrado se observa cuando las “virgencitas” —figuritas religiosas— transitan por las calles de las comunidades.

“La música va con ellas, y es la música la que las envuelve, las encapsula, les otorga sacralidad. La música es la que crea el espacio sagrado necesario para que estas prácticas se sostengan”, señala Rodríguez.

De esta manera, sostiene que la música actúa como un elemento que transita entre lo profano y lo divino, otorgando dignidad y respeto a las tradiciones religiosas.

Asimismo, añade que la  tradición musical zoque también se caracteriza por su riqueza y diversidad. A través de los siglos, ha mantenido rasgos que podrían remontarse a tiempos prehispánicos. La música zoque presenta una complejidad rítmica particular, que a veces se manifiesta de manera esquemática o familiar, pero otras veces sorprende por su riqueza estructural.

“Hay piezas que parecen convencionales, pero otras muestran una complejidad rítmica que parece indicar un origen musical fuera del ámbito hispano, con influencias que podrían ser de origen prehispánico”, explica el académico.

El entrevistado da a conocer que entre los géneros musicales zoques se encuentran los “alabados”, piezas religiosas que se interpretan en ocasiones para la danza o la alabanza, y los “sonecitos”, que son más festivos y se tocan para expresar agradecimiento o para la algarabía comunitaria: “Esta variedad refleja la diversidad de usos de la música en la vida cotidiana y religiosa de los zoques”.

Resalta que este aprendizaje musical tradicional en esta comunidad se transmite principalmente por vías familiares, donde los jóvenes músicos aprenden directamente de sus maestros o familiares.

Sin embargo, Rodríguez también destaca casos donde los futuros músicos reciben señales divinas para comenzar su formación.

“A veces, los músicos son llamados a través de sueños, en los que se les revela que serán músicos, o incluso se les muestra un personaje que les indica su destino musical”, comenta.

Foto: Karla Gómez

Pie de foto:  Rodríguez también destaca casos donde los futuros músicos reciben señales divinas para comenzar su formación.