El joven desapareció el pasado 14 de enero, familiares y amigos continúan en su búsqueda.

Carlos Sánchez NOTICIAS

La familia tiene la esperanza de que el joven de 23 años regrese con vida a casa. – Foto: Carlos Sánchez

A un mes y medio de la desaparición de David Morales Castro, familiares y amigos continúan en su búsqueda por diversas comunidades del municipio de Comitán de Domínguez, todos con la esperanza de que el joven originario de esta localidad tojolabal aparezca con vida.
Lucia Castro Cruz madre del joven David, relata que su hijo desapareció el pasado 14 de enero de 2023 alrededor de las 12 del día, salió de su casa ubicada en el barrio de San Agustín y hasta hoy no se sabe nada, a pesar de que ya interpusieron la denuncia ante la fiscalía.
“Pusimos la denuncia pero sinceramente, pues no nos han dicho prácticamente nada, que no hay pistas, que no saben, que por donde le busquen se tocan con pared no hay pista, es lo que nos dicen, la búsqueda prácticamente lo hemos hechos nosotros como familia, lo hemos buscado hasta hoy día y hasta ahorita que nos hicieron esta invitación”, apuntó.
David tiene 23 años, hasta antes de la pandemia estudiaba el sexto semestre de la Licenciatura en Física en la Universidad Autónoma de Chiapas con sede en Tuxtla Gutiérrez, sin embargo, por algunos problemas económicos tuvo que abandonar sus estudios para reanudar en el mes de agosto, desafortunadamente ese sueño quedó truncado con su desaparición.
“Hemos buscado en el municipio de Las Margaritas, de ahí de Comitán luego siguen unas comunidades que buscando nosotros como familia llegamos a unas comunidades, la primera es la que se llama Yalumá, enseñándole el cartel que llevábamos nos dijeron que sí lo habían visto, entonces se siguió buscando más adelante a otras comunidades, pero desafortunadamente no encontramos nada y hasta hoy día seguimos buscando”.
Hoy la familia de David vive con la esperanza de que pronto volverá a casa, sin embargo, la tristeza y la desesperación los invade, pues era el segundo hijo de tres hijos, quien se distingue por ser inquieto, amoroso con sus seres queridos y sobre todo con muchas ganas de comerse al mundo.
“Este proceso es el más difícil, a nadie se le desea vivir con esto, pensando todo el tiempo en mi hijo, que dónde puede estar o cómo la esté pasando, eso es lo peor que puede uno estar pasando, porque yo digo que cuando un hijo se enferma o alguien de la familia, luchas, se hace hasta lo imposible, cuando es una enfermedad, porque luchas con él hasta el último momento, pero esto es peor que eso, el no saber de él es lo peor, no tengo palabras para decirle cómo me siento”, apuntó.
Hoy David forma parte de las estadísticas de personas desaparecidas en Chiapas, que de acuerdo con el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, suman ya más de mil 236 personas.