Jhonatan González NOTICIAS

Desde hace más de 50 años doña Blanca Lidia Díaz Sánchez resguarda los más íntimos secretos de la cocina tradicional zoque, pues asegura que los jóvenes muestran poco interés en conservar esta tradición culinaria, la cual poco a poco ha ido desapareciendo por la influencia de alimentos provenientes de otros países, principalmente de Estados Unidos.
“De parte mía quisiera yo que todos aprendieran a cocinar eso el maíz, porque es la base más importante para mí, es un gran orgullo para nosotros poder hacer tantas cosas con el maíz… Es muy importante eso de las tortillas, ahora los muchachos ya no quieren hacer nada de eso, ni lo saben, ignoran muchas cosas que uno sabe”, puntualizó.
El arte de la cocina fue una herencia de sus padres, pues su madre era cocinera de la capital chiapaneca y su padre era campesino, ambos se encargaban de cultivar los alimentos para la familia, principalmente el maíz debido a que era considerado como base de la dieta. Mientras que el primer platillo que preparó fue un guajolote, aunque al mismo tiempo le enseñaban otros platillos regionales.
“Yo tenía la edad de 9 años cuando mi mamá nos enseñó a hacer tortilla, a cocer el maíz, a dorar el cacao y luego eso ya viene de antaño porque la hermana de mi papá era cocinera del pueblo, mi papá era campesino, mi mamá cocinera, así que por ahí yo empecé”, apuntó.
Dentro de sus sueños es que más personas se interesen en la gastronomía de la ciudad, ya que teme llevarse a la tumba las recetas que hasta el día de hoy no ha podido plasmarlas en papel.
Doña Blanca nació y creció en el ejido Plan de Ayala de Tuxtla Gutiérrez, tuvo tres hijos, los cuales hoy apoyan a su madre en su mayor pasión, la cocina tradicional tuxtleca, pues recientemente participó en la Ciudad de México en un congreso de Gastronomía Mundial, donde le permitió conocer más de los platillos mexicanos pero sobre todo a difundir la comida chiapaneca.

Pie de foto:
Sus sueños son transmitir sus conocimientos de la comida regional.
Foto: Jhonatan González