Pero sí pagan las consecuencias del abandono escolar, bajo rendimiento y otros riesgos a su integridad, incluso les puede costar la vida

Jhonatan González NOTICIAS

A pesar de que el trabajo infantil está prohibido, de cien infantes que lo realizan, 42 de ellos no recibe ni un solo peso y el 38 por ciento obtiene menos del salario mínimo, reveló Antonio Benavides Castellanos, coordinador nacional del Proyecto Accionar de la oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para México y Cuba.
Es decir, de cada cien infantes 83 no reciben un beneficio económico, pero sí pagan las consecuencias del abandono escolar, bajo rendimiento y otros riesgos a su integridad, incluso les puede costar la vida.
Están en Chiapas en un evento de medición del trabajo infantil en conjunto con el INEGI y con institutos nacionales de estadística de Honduras, Guatemala, Belice, el Salvador y Chile.
Opinó que el trabajo infantil es el mito de que lleva dinero a la economía familiar, pues las encuestas no revelan esa situación.
“Entonces, así como fuimos rompiendo mitos de violencia, de matrimonios infantiles en otros países, de mutilaciones incluso a niñas más pequeñas, podemos romper este mito, pero incluye involucrar a la sociedad y darle alternativas”.
No hay ninguna retribución positiva, al contrario, tiene consecuencias físicas, psicológicas y que son dañinas para niñas, niños y adolescentes.
Lo que sí está permitido es el trabajo adolescente y está regulado por la ley, aseveró.
“Cuando se realizan estas actividades, pues obviamente si hay una retribución de mayores habilidades, adquieren conocimientos para desarrollar ciertos oficios o profesiones”.
Recordó que el trabajo en infancias no es punible ante la ley, no puede ser castigado desde un aspecto penal, sino que debe ser atendido desde una aproximación asistencial, donde no sólo se vea la niña o niño, sino se vea toda la familia, qué es lo que está pasando y por qué estas niñas, niños y adolescentes están en esta situación.
“Cuando hablamos de trata de personas, trabajo forzoso, ahí es una situación completamente diferente donde ya tiene que entrar todo el sistema judicial y penal para hacer las investigaciones”.
Cuestionado sobre los usos y costumbres en las comunidades indígenas, puntualizó que lo que vulnera los derechos humanos, no es uso y costumbre y el cambio no puede ser de tajo, tiene que ser gradual, tiene que ser a conciencia y tiene que ser involucrando a las sociedades y a las comunidades que implementan esto.
“El matrimonio infantil era un uso y costumbre, ahora está prohibido por la ley. Pero el hecho de que una niña o niño de 12 años diga que él se quiere casar o ella se quiere casar con una persona de 30, eso no lo hace que esté bien”.
Chiapas, se encuentra por encima de la media nacional en materia de trabajo de infancias.

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A pesar de que el trabajo infantil está prohibido, de cien infantes que lo realizan, 42 de ellos no recibe ni un solo peso y el 38 por ciento obtiene menos del salario mínimo.
Foto: Jhonatan González