Daniela Grajales NOTICIAS

Doña Carmen tiene 85 años, a su avanzada edad es una señora muy fuerte, sin embargo, el glaucoma, le impide llevar una vida normal.
«Estamos solicitando el apoyo para mi abuelita, quien tiene 85 años, tiene un problema de glaucoma, el cual fue detectado aproximadamente hace dos años», mencionó, Adriana Torres, nieta de doña Carmen.
El costo de la operación va desde los siete mil pesos, hasta los diez mil pesos, por lo tanto venden diversos postres, para poder alcanzar la meta.
«La cirugía nos dijeron que tiene un costo aproximado entre siete mil y ocho mil pesos, más unos estudios, entonces el doctor nos hizo un cálculo total de 10 mil pesos», agregó Torres.
Doña Carmen cuenta, que la enfermedad seguramente detonó desde que su hija falleció, pues anteriormente realizaba bordados, salía a realizar sus actividades normalmente, por lo que hace un llamado a la ciudadanía, pues pretende retomar un poco de su vida anterior.
«Que se pongan la mano en el corazón, si pueden ayudarme con lo que puedan ayudar, me gustaría salir, vender y hacer de todo, pero ahora ya no puedo, desde que se murió mi hija yo me enfermé, estuve muy mal, ahorita es que ya me voy recuperando, gracias a mi nieta que se ha preocupado mucho por mi», dijo la señora de la tercera edad.
Tanto doña Carmen como Adriana, trabajan juntas para poder comprar los medicamentos que le permiten a doña Carmen sobrellevar la enfermedad, pero sobre todo, necesitan reunir el dinero para la cirugía.
El glaucoma es conocido como “el ladrón silencioso de la vista” por carecer de síntomas específicos; no son visibles ni factibles para ser detectados sin ayuda de un especialista, además de causar daños irreversibles en el nervio óptico del ojo.
Esta enfermedad se asocia con antecedentes familiares directos, es decir, si el padre o la madre padece glaucoma, la probabilidad de tener la enfermedad es mayor. No hay como tal una causa, pero sí está relacionada con pacientes que padecen enfermedades sistémicas como diabetes e hipertensión.
El glaucoma es una causa de ceguera irreversible en personas adultas, sin embargo no exenta a los pediátricos; en este caso, los pacientes son referidos por otros síntomas como sensibilidad a la luz, lagrimeo, falta de visión para localizar objetos y limitación en la movilidad.

PIE DE FOTO:
Doña Carmen tiene 85 años, a su avanzada edad es una señora muy fuerte, sin embargo, el glaucoma, le impide llevar una vida normal.
Foto: Daniela Grajales