Son muy populares, pues sólo necesitas agregarles agua caliente y los saborizantes en polvo que pueden traer
EL HERALDO DE MÉXICO
La sopa instantánea es una solución rápida y tentadora para saciar el hambre en minutos, ¿pero cuál es su verdadero impacto en la salud cuando se consume con frecuencia? Estas sopas son básicamente fideos precocidos, generalmente vendidos en paquetes individuales o en tazas y platos. Contienen una variedad de ingredientes, desde harina y sal hasta aceite de palma. Sin embargo, su popularidad radica en su facilidad de preparación: sólo requieren agua caliente y el contenido de saborizantes que acompaña el paquete antes de estar listas para ingerir.
Esos alimentos suelen ser bajos en calorías, fibra y proteínas, pero altos en grasas, carbohidratos y sodio. Por ejemplo, una porción de fideos ramen con sabor a carne de res contiene aproximadamente 188 calorías, 27 gramos de carbohidratos y 7 gramos de grasa. Sin embargo, lo preocupante es su alto contenido de sodio, con 861 miligramos por porción. Ya que un paquete de sopa instantánea generalmente contiene dos porciones, el consumo excesivo puede ser problemático para la salud cardiovascular. La OMS recomienda una ingesta inferior a 2000 mg al día.
¿Es malo comer sopa instantánea muy seguido?
Aunque disfrutar de un plato de sopa instantánea de vez en cuando puede no causar efectos negativos en la salud, su consumo frecuente puede estar relacionado con una dieta deficiente. Algunos estudios han demostrado que los consumidores habituales de sopas instantáneas tienden a tener una ingesta reducida de proteínas, vitaminas y minerales esenciales, mientras que consumen más sodio y calorías.
De acuerdo con el portal especializado Healthline, esto puede aumentar el riesgo de desarrollar síndrome metabólico, un factor de riesgo para enfermedades cardíacas, diabetes y accidentes cerebrovasculares. Aunque las sopas instantáneas no deben ser un pilar de nuestra dieta diaria, es posible disfrutarlas de manera ocasional y saludable.
Elige sopa instantáneas con menos sodio
Los expertos en salud sostienen que al elegir variedades hechas con granos enteros y con menor contenido de sodio, podemos mejorar su perfil nutricional. Además, agregar verduras frescas y fuentes de proteínas magras puede convertir una taza de sopa instantánea en una comida más equilibrada y nutritiva. Y aunque no hay una recomendación medica de cada cuánto consumirlas, lo mejor es hacerlo lo menos posible en el mes.
La recomendación de los nutricionistas es que consumir sopas instantáneas de manera moderada probablemente no tendrá efectos negativos en nuestra salud. Sin embargo, es importante no depender demasiado de ellas para la dieta habitual, ya que la clave está en mantener una dieta equilibrada y variada, donde las sopas instantáneas sean solo una pequeña parte de nuestra alimentación mensual.