Daniela Grajales Noticias
Este fin de semana se conmemoró el Día Mundial de Medicina de Emergencia, y es que en México este tipo de servicios son la diferencia entre la vida y la muerte en casos de enfermedades cardiovasculares o cerebrales.
De acuerdo con los datos de la Cruz Roja estatal, las descompensaciones diabéticas, los accidentes de tránsito y las crisis hipertensivas son las emergencias que más se atienden en la zona metropolitana, y es que a decir de la sociedad mexicana de medicina de emergencia, la mortalidad de un paciente que espera más de seis horas para ser atendido puede aumentar hasta en un 8 por ciento.
Quienes se dedican al ambiente pre hospitalario, deben actuar rápido sin perder el sentido humano, Edgar lleva cinco años ayudando a la gente de manera voluntaria y lo sabe muy bien.
«Siento que cuando te haces frío y pierdes tu humanidad ya no eres apto para estar en el ambiente pre hospitalario, siempre debes de tener esa empatía con las personas, siempre debes de seguir siendo humano, nosotros lidiamos de distintas maneras, algunos compañeros van al psicólogo, incluyéndome, ya estoy retomando la terapia, se ven muchísimas cosas aquí», mencionó Daniel Barrientos, paramédico de Cruz Roja.
Enfermero de profesión, un amigo lo invitó a ser voluntario, por lo que durante dos años se preparó como técnico en urgencias médicas, y le ha tocado vivir fuertes experiencias.
«Lo de los indocumentados, en 2021 me parece, diciembre, eso ha sido lo más fuerte en lo que hemos ayudado y posteriormente estuvimos aquí varios días apoyando, nos ha tocado el colectivazo de la 115, la que fue hace poco de Chiapa de Corzo – San Cristóbal donde hubo dos fallecidos», agregó Barrientos.
La sociedad mexicana de medicina de emergencia señala que tras un infarto cerebral, por ejemplo, cada minuto que pasa sin atenderse deriva en la muerte de dos millones de neuronas, por eso el paramédico recomienda que todas las personas conozcan al menos lo básico en primeros auxilios, desde contener una hemorragia, inmovilizar una extremidad, atender quemaduras o simplemente saber cómo pedir ayuda, esa puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
