Conmueve con la majestuosidad de Beethoven en el Palacio de Bellas Artes

Karla Gómez Noticias

La Sala Principal del majestuoso Palacio de Bellas Artes se llenó de emotividad, recuerdos y celebraciones durante la magistral presentación de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) en un concierto conmovedor que rindió homenaje al compositor mexicano Javier Álvarez y entrelazó la majestuosidad de la Sinfonía núm. 9 de Beethoven con la solidaridad tras el huracán Otis y las festividades de cumpleaños del director artístico de la OSN y de la propia orquesta.

El programa musical fue una mezcla de sentimientos y compromisos, abarcando desde la exaltación de la memoria de Javier Álvarez, el resurgimiento del Himno a la alegría hasta la solidaridad con los afectados por el huracán Otis en Acapulco y la celebración del cumpleaños del director artístico de la OSN y de la orquesta misma.

El primer segmento del concierto presentó «Ceiba de luz y sombra», el concierto para fagot y orquesta compuesto por Javier Álvarez. La OSN contó con la participación especial de Wendy Holdaway, fagotista principal de la orquesta, quien interpretó la pieza con una sensibilidad que honró al desaparecido compositor. La obra, creada para Holdaway entre 2012 y 2013, marcó un emotivo homenaje a la memoria y legado de Álvarez.

La segunda parte del concierto fue una majestuosa interpretación de la Sinfonía núm. 9 en Re menor, Op. 125, Coral, de Ludwig van Beethoven. La OSN, bajo la dirección de Ludwig Carrasco, se unió a un coro compuesto por el Coro del Teatro de Bellas Artes y el Coro de Madrigalistas, así como a voces solistas, para dar vida a una de las obras más célebres de la historia de la música.

Los tres primeros movimientos de la sinfonía expusieron la riqueza sonora y el estilo distintivo de Beethoven, mientras que el cuarto movimiento, conocido por incluir el «Himno a la alegría» basado en un texto de Friedrich Schiller, elevó la atmósfera del concierto a un punto culminante, evocando emociones y provocando lágrimas entre los asistentes.

Con la participación de alrededor de cien voces en el coro, la OSN generó una experiencia conmovedora, llevando el mensaje de fraternidad del «Himno a la alegría» a cada rincón de la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.

El programa concluyó con un prolongado aplauso por parte del público, forzando al elenco a regresar al escenario y repetir una de las partes más reconocidas de la obra de Beethoven. En un gesto inesperado, interpretaron «Las Mañanitas» en honor al director de la orquesta, Ludwig Carrasco, y para celebrar el 95 aniversario de la OSN.

Foto: Cortesía.

Pie de foto: El programa concluyó con un prolongado aplauso por parte del público.