Se abordaron tres obras de la colección desde la temática de género e identidad

Isabel Nigenda Noticias

Foto: Cortesía. – A lo largo del recorrido, los visitantes tuvieron la oportunidad de interactuar con los expositores.

La Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) se unieron para llevar a cabo una visita guiada con enfoque de género en el Museo Nacional de Arte (Munal). En esta ocasión, se abordaron tres obras de la colección desde la temática de género e identidad, con el objetivo de fomentar la reflexión y el diálogo en torno a estos temas.
La visita estuvo a cargo de Elizabeth Trejo, del área Munal + Educa, y de los expositores Erick Ramos Lara y Sergio Campos Cruz. Durante el recorrido, se presentaron y analizaron tres obras: «Dos mujeres en ocre y rojo» de Manuel Rodríguez, «Retrato de María Asúnsolo en rosa» de Juan Soriano y «Autorretrato» de Abraham Ángel. Estas obras sirvieron como punto de partida para explorar conceptos relacionados con la identidad, el género, la construcción social, la desigualdad, el poder y la superioridad.
En la obra «Dos mujeres en ocre y rojo» de Manuel Rodríguez, los expositores invitaron al público a apreciar la representación de dos mujeres con rasgos indígenas, vestidas con tonos claros y situadas en un entorno cálido. A través de un análisis crítico, se destacó la situación de desigualdad y discriminación que enfrenta la población indígena, especialmente las mujeres, quienes se ven afectadas por múltiples formas de discriminación basadas en su cultura, clase y género.
En el cuadro «Retrato de María Asúnsolo en rosa» de Juan Soriano, realizado en 1942, se resaltó la mirada masculina en la construcción de identidades. En esta obra, se percibe un rostro severo e incluso arrogante, donde los tonos rosas predominan en la pared y la vestimenta, destacando la imagen de María Asúnsolo. Esto llevó a reflexionar sobre cómo la visión masculina puede influir en la representación y la percepción de las mujeres en el arte y en la sociedad.
Por otro lado, en el «Autorretrato» de Abraham Ángel, creado en 1923, se apreció frescura e inocencia. El personaje retratado tiene rasgos indígenas, cabello abundante, labios gruesos y una tez morena. Esta obra generó un contraste con la anterior, evidenciando cómo la representación de la identidad y el género puede variar según la perspectiva y las intenciones del artista.
A lo largo del recorrido, los visitantes tuvieron la oportunidad de interactuar con los expositores, quienes a través de preguntas y anécdotas sobre las obras, promovieron la comprensión de los conceptos de género e identidad. Esta experiencia permitió a los asistentes adentrarse en las reflexiones propuestas por los artistas y explorar las complejidades que rodean estos temas en el contexto del arte y la sociedad.