Elena Poniatowska, escribe acerca de la obra de cinco arquitectos influyentes en el paisaje urbano de México

Isabel Nigenda
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En una época en la que la tecnología nos ha acercado a un universo de información, muchas veces resulta difícil encontrar un espacio para la reflexión y la contemplación. Es en este contexto donde se nos presenta la obra de Elena Poniatowska, «De la tierra al cielo. Cinco arquitectos mexicanos», una oportunidad para acercarnos al arte de la arquitectura y a su relación con la vida cotidiana.
La autora, reconocida escritora y periodista mexicana, nos presenta a través de su obra una aproximación íntima a la obra de cinco arquitectos que han dejado una huella indeleble en el paisaje urbano de México. Luis Barragán, Teodoro González de León, Andrés Casillas, Diego Villaseñor y Francisco Martín del Campo, son los protagonistas de esta obra que se sumerge en el universo de la arquitectura como un arte que transforma la materia en formas y espacios habitables.
La obra de Poniatowska es un testimonio de la relación que se establece entre el hombre y la arquitectura, y cómo ésta última se convierte en un elemento fundamental de la cultura y la identidad de un país. A través de charlas, recuerdos y anécdotas, la autora nos presenta a cada uno de los arquitectos de una manera cercana, lo que nos permite comprender el alcance de su obra y la pasión que los impulsó a crearla.
En «De la tierra al cielo», Poniatowska nos invita a descubrir la vital correspondencia entre los sueños y las necesidades, el apego a la naturaleza y su constante transformación, y cómo todo esto se ve reflejado en la obra de estos cinco arquitectos. La obra se convierte así en una herramienta para reflexionar sobre la importancia de la arquitectura en nuestras vidas y sobre cómo ésta se relaciona con nuestra propia identidad y con el entorno que nos rodea.
Igualmente, esta obra es una oportunidad para acercarnos a la obra de una autora de gran importancia en la literatura mexicana y latinoamericana. Elena Poniatowska, merecedora del Premio Cervantes en 2013, es una autora que ha dedicado su carrera a dar voz a los más desfavorecidos y a reflexionar sobre la cultura y la identidad de su país.