Karla Gómez NOTICIAS

A cinco años del fallecimiento de Amparo Dávila, la escritora que hizo del cuento fantástico un refugio para la mente inquieta, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Coordinación Nacional de Literatura y la Capilla Alfonsina, rendirán homenaje a su memoria con una charla virtual que celebrará su vida y su legado literario.

El evento se transmitirá este viernes 18 de abril a las 17 horas —fecha exacta de su deceso en 2020, a los 92 años— por las páginas de Facebook de ambas instituciones. Participarán el historiador y titular de la Capilla Alfonsina, Javier Garciadiego, y la escritora e investigadora Lucía Melgar, quienes reflexionarán sobre la importancia de Dávila en las letras mexicanas y su vigencia como figura clave de la narrativa nacional.

Originaria de Pinos, Zacatecas, Amparo Dávila nació en 1928 y desde sus primeras publicaciones se posicionó como una voz única, capaz de tensar la realidad hasta quebrarla. Con una prosa sobria y precisa, abordó temas como la locura, la muerte y lo siniestro desde lo más íntimo del ser humano, construyendo atmósferas densas en las que lo fantástico no se oponía a lo cotidiano, sino que emergía de él.

Julio Cortázar, amigo y admirador de su obra, alguna vez le recomendó leer con disciplina a Edgar Allan Poe, con quien compartía una “hermandad espiritual”. No por nada, Dávila sería conocida más adelante como “la Poe mexicana”, aunque su estilo nunca fue imitación, sino una exploración personal de los abismos interiores.

“Amparo Dávila fue una escritora independiente, una escritora por sí misma, que no requiere muletas ni referencias de nadie para ser lo que es como autora”, señaló Javier Garciadiego, destacando también que durante un periodo, la autora trabajó como secretaria de Alfonso Reyes, lo que la vincula simbólicamente con la Capilla Alfonsina.

Por su parte, Lucía Melgar, doctora en Literatura por la Universidad de Chicago y especialista en literatura femenina, compartirá durante la charla un análisis sobre la permanencia de la obra de Dávila: “En su mundo narrativo, lo extraño, lo insólito, lo terrorífico fisuran y estallan el sentido de la realidad como misteriosas presencias amenazantes”.

Para Melgar, la obra de Dávila sigue cautivando por su escritura intensa, su visión crítica de la sociedad de su tiempo y su capacidad de incomodar desde lo literario. Poetisa también, Dávila fue sobre todo cuentista: una arquitecta de lo invisible, de lo ominoso que habita en la rutina y que, en sus relatos, se transforma en amenaza.

El homenaje será no solo un recordatorio de su trayectoria, sino también una invitación a leerla —o releerla— con la conciencia de que, en sus páginas, la literatura mexicana encontró una de sus voces más singulares y perturbadoras. Cinco años después de su partida, Amparo Dávila sigue viva en el eco de sus cuentos, donde lo imposible se vuelve inevitable.

Foto: Cortesía

Pie de foto: Amparo Dávila: cinco años de ausencia, una eternidad en la literatura.