Un espacio donde no solo se degustan los sabores tradicionales de Chiapas, sino que también se respira historia, cultura y tradición

Karla Gómez NOTICIAS

En el barrio San Francisco, emerge la figura de Flor de María Alias Rodríguez, cocinera tradicional y guardiana de la rica herencia culinaria zoque. Desde niña, Flor aprendió de la cocina de la mano de su madre y abuelas, quienes le transmitieron el arte de preparar platos con sabor a tradición. Sin embargo, su viaje gastronómico no se detuvo ahí; a lo largo de los años, ha perfeccionado sus habilidades al aprender de comideras de la mayordomía y de viajes a otros estados, donde cada experiencia fue una oportunidad para adquirir nuevos conocimientos.
Flor de María no solo ve la cocina como un sustento, sino como una forma de servir con el corazón. «Es muy bonito, no tanto por el sustento, sino por el amor que le tenemos a la gastronomía, a nuestra cultura, nuestras tradiciones», comenta. Para ella, la cocina no es solo preparar alimentos, es un acto de devoción, donde el primer bocado siempre se ofrece a la Virgen o al patrón que se celebra, en busca de bendiciones para que todo salga perfecto.
A lo largo de su trayectoria, Flor ha aprendido a trabajar con responsabilidad, una cualidad que diferencia a las comideras. La responsabilidad en cada platillo, en cada celebración, es lo que garantiza que el comensal no solo se alimente, sino que se lleve en el corazón el cariño con el que se elaboró cada comida. Esta dedicación la llevó a fundar su restaurante, Jamatoc, un espacio donde no solo se degustan los sabores tradicionales de Chiapas, sino que también se respira historia, cultura y tradición.
En Jamatoc, los visitantes pueden disfrutar de talleres de tambor, bordado y lengua zoque, mientras se deleitan con los platos tradicionales. Su meta es clara: alimentar no solo el estómago, sino también el corazón de sus comensales, con cada platillo cargado de historia, amor y tradición.
«El secreto es trabajarlo con amor, ofrecerlo con amor, y que todas las personas queden satisfechas», concluye Flor, quien sigue fiel a la bendición que ha sido para ella la cocina, una labor que trasciende generaciones y conecta a las personas con sus raíces.

Foto: Karla Gómez
Pie de foto: En Jamatoc, los visitantes pueden disfrutar de talleres de tambor, bordado y lengua zoque, mientras se deleitan con los platos tradicionales.