Desde la marcación del paso a la adultez hasta la representación de logros militares o ascensos políticos y religiosos
Karla Gómez NOTICIAS

En las antiguas culturas mesoamericanas, el tatuaje tuvo diversas funciones simbólicas y sociales. Desde la marcación del paso a la adultez hasta la representación de logros militares o ascensos políticos y religiosos, el tatuaje servía como un medio para expresar el estatus social, linaje y conexiones con antepasados o entidades divinas. En el siglo XXI, el tatuaje ha experimentado una resignificación, adquiriendo con frecuencia un valor estético más que simbólico.
El arqueólogo Benjamín Guarneros Brito, en su conferencia El cuerpo humano como lienzo simbólico, destacó la relevancia del tatuaje y la escarificación en la civilización maya desde el Preclásico hasta el Posclásico Tardío. Durante su participación en el Seminario de Estudios Antropológicos e Históricos de Quintana Roo, presentó los resultados de su investigación sobre la presencia de estas prácticas en expresiones artísticas mayas, en sitios como Palenque, Toniná y Comalcalco.
Guarneros explicó que el tatuaje maya era una tradición cultural muy estructurada, regulando roles sociales y marcando la pertenencia a grupos o linajes. A través de la arqueología experimental, el investigador recreó algunas de las herramientas utilizadas para el tatuaje, como la espina de pez raya y caracolas de mar, que posiblemente eran manejadas por un gremio de artistas-escribas, conocidos como ajtzib’ o ix ajk’uhu’n.
El especialista propuso una clasificación de los tatuajes y escarificaciones en temáticas geométricas, simbólicas y escriturarias, destacando que estos códigos estaban vinculados a contextos específicos de la vida política y religiosa. Además, explicó que la palabra tatuaje proviene del samoano «ta» (dibujo) y «tau» (piel), mientras que en la lengua maya se usa el término hots, que significa «trabajarse el cuerpo uno mismo».
Finalmente, Guarneros señaló que, aunque estas prácticas corporales fueron erradicadas por los españoles durante la evangelización, hoy en día el tatuaje ha resurgido como una expresión estética y social, dejando atrás su connotación transgresora del siglo XX para convertirse en una práctica común entre todas las clases sociales.
Foto: Karla Gómez
Pie de foto: El especialista propuso una clasificación de los tatuajes y escarificaciones en temáticas geométricas, simbólicas y escriturarias.