Una nueva mirada a los saberes artesanales del México antiguo

Karla Gómez NOTICIAS

En 2024, la tesis doctoral del arqueólogo Emiliano Melgar Tísoc fue reconocida con el Premio INAH a la Mejor Investigación en Arqueología. Hoy, este trabajo se convierte en una obra accesible para todo público bajo el título La lapidaria del Templo Mayor. Estilos y tradiciones tecnológicas (2024), publicada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). El libro representa un hito en los estudios sobre la producción lapidaria del Huei Teocalli, el corazón ritual y político del imperio mexica.

La obra sintetiza más de dos décadas de investigaciones que incluyeron arqueología experimental y más de 500 análisis comparativos sobre un corpus de 9,612 objetos recuperados en las ofrendas del Templo Mayor. Estas piezas, elaboradas en materiales como obsidiana, travertino, piedra verde, mármol y turquesa, revelan una compleja red de conocimientos técnicos y simbólicos que sustentaban el poder mexica.

Durante la presentación del libro, realizada el 25 de marzo de 2025 en el Museo del Templo Mayor, participaron destacados especialistas como Eduardo Matos Moctezuma, investigador emérito del INAH, y Adrián Velázquez Castro. Ambos resaltaron la importancia de esta publicación, en particular por su identificación de un “estilo imperial tenochca” que marca una diferencia significativa respecto a otras tradiciones lapidarias mesoamericanas.

Melgar Tísoc explicó que su investigación revela cómo la élite mexica convocaba a los mejores artesanos de todo el territorio de la Triple Alianza para crear objetos exclusivos para Tenochtitlan. Tras comparar estilos de manufactura de origen olmeca, maya, teotihuacano, mixteco y mezcala, concluyó que los objetos del Recinto Sagrado tienen características únicas que no se hallan ni siquiera en las ciudades aliadas como Texcoco o Tlatelolco. Esta unicidad refleja el deseo de instaurar una identidad visual propia desde el poder central.

La investigación también documenta con precisión los procesos técnicos empleados por los antiguos lapidarios: desgaste con basalto, cortes con lascas de obsidiana, y perforaciones mediante pedernal bruñido. Además, la obra describe piezas icónicas como cetros serpentiformes, esculturas de Tláloc en piedra verde, instrumentos rituales como el omichicahuaztli y vasijas que representan a deidades como Mayahuel y Mictlantecuhtli.

Adrián Velázquez subrayó que el libro consta de seis capítulos cuidadosamente estructurados, con detalladas descripciones de los métodos científicos utilizados: análisis macroscópico, microscopía estereoscópica y electrónica de barrido. Estas herramientas permitieron reconstruir con precisión las técnicas y los contextos de trabajo de los antiguos artesanos, brindando un panorama más claro sobre los talleres lapidarios y sus implicaciones culturales.

La lapidaria del Templo Mayor. Estilos y tradiciones tecnológicas no solo enriquece el campo de la arqueología mesoamericana, sino que también se consolida como una lectura esencial para cualquier interesado en el arte, la tecnología y la cosmovisión del México antiguo. La obra está disponible en formato físico en la red de librerías del INAH, así como en versión digital de acceso libre a través de su Mediateca.

Foto: Karla Gómez

Pie de foto: La investigación también documenta con precisión los procesos técnicos empleados por los antiguos lapidarios.