Karla Gómez NOTICIAS

Durante julio, el Canal de las Culturas de México dedica su programación de los jueves por la noche al trabajo del cineasta michoacano Rafael Rangel, un autor cuyas obras se caracterizan por una técnica intuitiva, una mirada profundamente humana y un abordaje frontal de temas como las enfermedades mentales, las adicciones y los conflictos sociales contemporáneos. Bajo el título de un ciclo especial, su filmografía será transmitida todos los jueves a las 23:00 horas, iniciando el 3 de julio y disponible también por streaming.
El recorrido inicia con El principio de la espiral (2009), ópera prima que relata la historia de Jerónimo, un joven con esquizofrenia que atraviesa un episodio violento tras intentar quitarse la vida. Con una narrativa más expresiva que lineal, la cinta destaca por su enfoque visual, obra del fotógrafo León Nik, y por la colaboración en el guion de Paulo Rique y Beatriz Novaro.
El 10 de julio se presenta Preludios: Las otras partituras de Dios (2012), un documental atípico que abandona las estructuras tradicionales del género para adentrarse en la vida de filósofos urbanos, músicos y predicadores sin hogar. Filmada con una cámara no profesional, la obra captura la cruda realidad de las calles de la Ciudad de México sin filtros ni artificios.
El ciclo continúa el 17 de julio con El grito de los coyotes (2016), una mirada documental a la vida de vendedores ambulantes y personas en contextos marginales. La obra plantea interrogantes esenciales sobre identidad, subsistencia y dignidad en el espacio público.
El 24 de julio se transmite Mr. London Night (2024), retrato íntimo de Petr Hudicak, migrante checo que lucha contra su adicción a la heroína en las calles de Londres. La cámara de Rangel sigue sus pasos sin juicio, explorando la fragilidad humana y la soledad del adicto.
Finalmente, el ciclo cierra el 31 de julio con Gaza, la franja del exterminio, una pieza sin narrador ni música, que documenta desde el interior el horror del conflicto palestino-israelí. La obra denuncia, con imágenes crudas y directas, las consecuencias humanas de un conflicto prolongado, desde una perspectiva visceral y cercana.
Este ciclo representa una oportunidad única para descubrir el trabajo de un cineasta comprometido con los márgenes y las realidades invisibles, que apuesta por un cine sin concesiones, donde la cámara se convierte en testigo y cómplice de la vida tal como es.
Foto: Cortesía
Pie de foto: Este ciclo representa una oportunidad única para descubrir el trabajo de un cineasta comprometido con los márgenes y las realidades invisibles.