Un legado inmortal en el Teatro Chiapaneco
Karla Gómez NOTICIAS

El 2 de abril de 2022 marcó el triste fallecimiento de una de las grandes figuras del teatro en Chiapas: Dolores Montoya Galguera, más conocida como Lola Montoya. Su partida dejó un vacío imposible de llenar en el ámbito cultural, pero su legado, que sigue vivo en el corazón de todos los que la conocieron y en la memoria colectiva de los chiapanecos, perdura a través de sus innumerables contribuciones al mundo de las artes escénicas.
Lola Montoya nació el 28 de abril de 1943 en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Desde su juventud, mostró una profunda pasión por el teatro, y en 1966, su carrera dio inicio con la obra «La danza que sueña la tortuga» de Emilio Carballido, presentada por el grupo Debutantes 15 y dirigida por Gustavo Acuña. Este fue solo el primer paso de una trayectoria prolífica que la llevaría a participar en decenas de montajes bajo la dirección de grandes nombres como Acuña, Rodolfo Álvarez y Luis Alaminos. No solo se destacó como actriz, sino también como dramaturga, directora y gestora cultural, abriendo caminos en la escena teatral chiapaneca y nacional.
A lo largo de su carrera, Lola Montoya escribió y dirigió obras de diversos géneros, entre las cuales se destacan títulos como «Los valientes defensores de la naturaleza», «La caperucita feroz», «Ángeles contra diablos», y «Don Juan Tenorio chiapaneco», entre muchas otras. Su estilo único y su habilidad para mezclar la realidad con la fantasía, lo tradicional con lo moderno, la hicieron muy apreciada por el público y la crítica. Además, fue pionera en el teatro infantil, creando espacios de reflexión y entretenimiento para las nuevas generaciones.
En 1985, fundó su propio grupo de teatro infantil en el Centro Deportivo del ISSTECH, lo que le permitió llevar a cabo diversas puestas en escena, muchas de ellas escritas por ella misma. Su obra «Bienvenido Conde Drácula», estrenada en 1987, se convirtió en un hito del teatro chiapaneco, consolidando su reputación como una de las dramaturgas más importantes de México.
Más allá de sus éxitos en el escenario, Lola Montoya también se destacó por su generosidad y su compromiso social. Varias de sus producciones fueron realizadas con fines altruistas, en apoyo a causas como la Cruz Roja y otros programas comunitarios. Su impacto en la cultura chiapaneca fue tal que recibió múltiples premios y reconocimientos, incluyendo el Premio Chiapas en Artes en 2012 y el premio Excelsis Diamante otorgado por la Global Quality Foundation en 2007.
En los últimos años de su vida, Lola Montoya exploró la narrativa, dejando un legado literario con obras como «Mariano Lunes jaguar», «La Monchita», y «Traconi», textos que pronto serán publicados y que perpetuarán su visión artística en otro formato.
Foto: Karla Gómez
Pie de foto: Más allá de sus éxitos en el escenario, Lola Montoya también se destacó por su generosidad y su compromiso social.