Ana Liz Leyte NOTICIAS

Ubicado en un pequeño espacio frente a la explanada del Parque Central, se encuentra este peculiar puesto que simula ser un kiosco –de ahí su nombre-, su propietario, el señor Abenamar Moreno Aguilar, ha dedicado 30 años de su vida a este negocio, que le ha dejado un sinfín de experiencias (buenas y malas) y amigos y clientes entrañables.
“Seguimos acá de muchos años, acá he hecho muchos amigos y muchos clientes, es la forma de cómo los atiende uno, ser amable con ellos”, dijo don Abenamar.
Sin embargo, no todo ha sido positivo, durante este tiempo ha sido testigo de las múltiples remodelaciones que ha tenido la explanada del parque central, motivo por el cual tuvo que pausar sus ventas, ha estado en medio de manifestaciones y protestas sociales, ha superado la crisis por la pandemia del COVID-19 y, sobre todo, la pérdida considerable de lectores, quienes han cambiado los periódicos y revistas impresas por medios electrónicos.
“En una ocasión me tuve que tirar al piso porque tiraron bombas molotov y chocaron aquí, pero seguimos. Uno tiene que ir buscándole, meter otras cosas para sobrevivir porque a raíz de la pandemia sí estuvo muy difícil”, expuso.
Y aunque las nuevas generaciones deciden informarse a través de medios electrónicos, aún hay clientes que frecuentemente acuden a este punto para comprar su periódico diario, como el caso del señor Francisco, quien es cliente frecuente.
“Por lo menos de mi edad consultamos poco internet, por eso, seguimos leyendo el periódico, nos entretiene, nos informa”, expresó Francisco Pérez León, cliente.
Este local se encuentra ubicado sobre la 1ª norte y calle central; en el corazón de la capital chiapaneca.

PIE DE FOTO:
El señor Abenamar Moreno Aguilar, ha dedicado 30 años de su vida a este negocio, que le ha dejado un sinfín de experiencias.
Foto. Ana Liz Leyte