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Don Carlos Alejandro Méndez, da una segunda oportunidad a imágenes, figuras, esculturas, pero su servicio va más enfocado a los niños Dios. – Foto: Daniela Grajales

La historia de don Carlos Alejandro Méndez, da una segunda oportunidad a imágenes, figuras, esculturas, pero su servicio va más enfocado a los niños Dios; su pequeño taller está ubicado en el barrio San Roque, precisamente en el local número 6, primera sección, y es que no solo restaura, sino hace niños Dios de madera.
“Trabajamos aquí en el mercado andador San Roque en el local número 6 de la primera sección, aquí tenemos un tallercito de reparación de imágenes, el cual nos dedicamos de tiempo completo para apoyar a los feligreses o toda aquella persona que necesita una compostura en sus imágenes, y también tenemos la oportunidad de fabricar nuevos, pero fabricamos nuevos en madera, lo que quiera el cliente, lo que necesite”, relata Don Carlos.
Desde los 15 años empezó con esta labor, pero por azares del destino se dedicó a la docencia, fue hasta el 2000- 2002, (no recuerda con exactitud), cuándo empezó a trabajar de lleno en esta labor, esto porque se retiró de la impartición de clases.
“Yo aprendí cuando tenía 15 años, pero cómo nos dedicamos a otro tipo de trabajo, yo ejercí la docencia, soy pedagogo, ya actualmente me dedico a esto, llevo como unos 18 años ya de lleno; ya que termine mi labor de la docencia, 2000- 2002 deje de trabar en la docencia”, añadió.
Este trabajo es muy noble, el tiempo que le lleva hacer un niño de madera depende del tiempo, el modelo, y tamaño, puede ser desde un mes o dos meses, “dependiendo las ganas que se le eche también”.
Comparte que, en temporada decembrina, para el nacimiento de niños Dios hubo un 30% de venta, y ahora previo a La Candelaria tiene solo 5 niños para resanar, pero siempre es bastante limitado el trabajo; muy optimista dice que poco a poco va saliendo.
Al preguntarle sobre el proceso de creación o reparación nos platica que realiza la restauración de tipo de figuras, escultura, imágenes, juguetes, en el material que sea (madera, cerámica, yeso,), en cuanto a las imágenes religiosas destaca que a veces llegan bastante quebrados, dañados.
“Por ejemplo aquí (se refiere al niño Dios) le hace falta su manita, sus piecitos, lo que le haga falta aquí nosotros se lo agregamos”, apunta.
En primer lugar, hace la pasta, se esculpe la pieza, para luego pintar e igualar el color de la piel, en cuanto a esculpir el niño de madera, este proceso va desde cero, desde crear el niño en madera, de arreglar las imperfecciones, se le colocan los ojos de vidrio y se pintan, tanto la piel en distintas tonalidades como la ropa o el pelo, o también si el cliente lo quiere con el color de la madera.
Los precios de restauración de imágenes van desde 20 pesos si son detalles mínimos, o si se pega pestañitas o pegar piezas puede costarle de 150 pesos a 180 pesos, pero don Carlos se acopla al bolsillo del cliente para apoyarlo,” nos ponemos en su lugar”, menciona.
“Estamos solos, no somos muchos que se dediquen a este oficio ya se va perdiendo la tradición, ver que la gente no pierda su creencia, que aprecia sus imágenes, también vamos a tomar en cuenta que es herencia, es un recuerdo, es algo que le dejó un familiar, entonces cuando se les daña vienen hasta llorando, y cuando se arregla se van contentos y agradecidos”, puntualiza.