En medio de la incertidumbre que ha creado Trump y las políticas restrictivas de México

Sergio García CORRESPONSAL/ NOTICIAS

Tapachula.- Miles de migrantes pasan varados en la Frontera Sur de México, en medio de la incertidumbre que ha creado Donald Trump y las políticas restrictivas de México, durmiendo en las calles, en campamentos improvisados, una triste y amarga navidad, ya que sus hijos este año no recibirán regalos de Santa Claus al estar lejos de sus familias.
Denys, migrante venezolano, lleva tres meses viajando desde su país a México, este martes 24 de diciembre, pidió a las autoridades mexicanas que los dejen dormir, aunque sea en las calles para pasar una tranquila navidad.
Sin embargo, su familia y él, tienen el deseo de que les salga la cita de CBP ONE para dejar Tapachula, aunque estén en situación de calle.
Estos grupos de migrantes venezolanos en su mayoría, este martes 24 de diciembre, cocinarán hallacas, comida tradicional de Venezuela, en fogatas improvisadas con leña, block de materiales y trastes sucios porque carecen de agua.
“Un día como hoy, así como está viendo hoy va a ser el 24 y 31, así como está viendo esta familia tirada, así nos va agarrar el año, pero todo en manos de dios, en la calle tirado como el propio perro, pero no importa aquí cocinamos en leña, aquí vamos a hacer nuestras hallaquitas le damos gracias a dios que la vamos hacer”.
José, es otro migrante venezolano, quien duerme en una banqueta con su hijo, sin tener con quien pasar la Navidad, fecha que, para ellos, eran momentos de unidad familiar, sin embargo, los invade la tristeza porque llevan tres meses esperando sus citas CBP ONE, por lo que sobreviven pidiendo colaboraciones porque en este mes no hay empleos en Tapachula. «Comemos con lo que los vecinos nos apoyan, vienen y nos traen cualquier pancito que les sale de su corazón, porque no todas las personas son malas, hay personas buenas, el mejor regalo sería mi cita, que me salga mi cita, a mi a mis compañeros y a mi familia porque ando con niños y niñas”. Denys,estimó que en la ciudad hay unos 5,000 migrantes que deambulan con maletas y mochilas, donde algunos cargan cartones para amortiguar el frío del suelo, ya que acudir a los albergues no es la opción porque están colapsados. Este migrante contó que tiene que trabajar duro en la Frontera Sur de México, porque dejó parte de su familia y tiene que enviar dinero porque Venezuela está en una situación difícil, por lo que busca hacer actividades de construcción o mecánica para poder sostenerse, pero no ha encontrado alguna opción.
Por la Frontera Sur, otros miles de migrantes que salieron en dos caravanas pasan caminando y durmiendo por la Carretera Panamericana Federal 200, los días 24 y 25 de diciembre.
El primer contingente salió el pasado 12 de diciembre, el cual se mantiene en Pijijiapan, mientras que el segundo partió el 18 del mismo mes y camina de Mapastepec a Pijijiapan.

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Miles de migrantes pasan varados en la Frontera Sur de México, en medio de la incertidumbre, durmiendo en las calles y en campamentos improvisados.
Foto: Sergio García