Se están preparando para recibir a las personas deportadas a la Frontera Sur y despidiendo a los que están retornando de manera voluntaria a sus países

Sergio García NOTICIAS

Tapachula.- La iglesia católica en la mayor ciudad en la Frontera Sur límite con Centroamérica, Tapachula, externó su preocupación e incertidumbre porque actualmente se están preparando con sus propios recursos para recibir a las personas deportadas a la Frontera Sur y despidiendo a los que están retornando de manera voluntaria a sus países.
El padre César Augusto Cañaveral, responsable de la Pastoral de Movilidad Humana, consideró que antes el flujo migratorio se tenía al alza, pero ahora son las deportaciones que les van a pegar.
“Aquí en el albergue tenemos un 40 % de personas que están regresando a sus países de origen entre 70 y 80 personas que están en puerta a ser retornadas son esperanza truncadas de ya no quieren ser y otro porque pararon sus trámites migración y han deseado regresar y no exponer su vida de lo que estamos viviendo en México”
Según el sacerdote mexicano, son personas originarias de Honduras, El Salvador, Colombia, Venezuela, principalmente que viene con familias que ahora han decidido regresar a sus países, desde que supieron que Donald Trump, iba a estar al frente de su país de agilizar al norte y entraron en un desánimo e incertidumbre
Alvani Villasana, migrante de Venezuela, salió de Tapachula en la última caravana en busca de llegar a la Ciudad de México, a pesar de las políticas intrincadas y endurecidas políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
“Algo tiene que hacer con ese presidente (Trump), de Estados Unidos, que pueda dejarnos entrar nos entristecimos por una parte tanto como le he dicho pasamos selva, pasamos por muchas cosas para que hoy en día salga con eso de que ya eliminó el TPS y la CBP ONE, que más nos toca quedarnos en Ciudad de México a trabajar al menos que nos dejen trabajar”.
La migrante venezolana, Nancy Soler, quien fue enviada a un albergue de esta ciudad, tras vivir en un campamento, dijo que estos albergues ya no son una opción para los migrantes, por lo que prefieren quedarse en la vía pública.
“Preferiríamos quedarnos acá (en la calle) que quedarnos allá por, eso dije yo no voy imagínese yo vengo de Venezuela, cruzando siete países para llegar acá cruzando selva, pasando trabajo para seguir en lo mismo, yo no voy a los Estados Unidos, yo voy a Zacatecas donde me están esperando, pero no hay ningún tipo de permiso, no hay nada para llegar hasta allá, sino, no estuviera acá”.
Herbert Bermúdez, administrador del albergue Jesús El Buen Pastor, enfatizó que este lugar se está preparando y listo para recibir a migrantes deportados con una capacidad para recibir a 1,200 personas que vienen del sueño americano a la Frontera Sur.
“En dado caso si el gobierno apoyaría, si Estados Unidos los deporta México los espera con los brazos abiertos, es una cosa de humanidad muy bella del gobierno, dinero del gobierno no, pero hay apoyos del gobierno, como alimentos, colchonetas que es lo más esencial, alimentos un lugar donde descansar, tal vez, no como en casa, pero dignamente en una colchonetita”.

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La iglesia católica externó su preocupación e incertidumbre porque actualmente se están preparando con sus propios recursos para recibir a las personas deportadas a la Frontera Sur.
Foto: Sergio García