Las personas van con destino a la Frontera Norte con Estados Unidos

Sergio García CORRESPONSAL / NOTICIAS

Una nueva caravana de migrantes salió con destino al municipio de Arriaga, para reunirse y organizarse con otro grupo similar. – Foto: Sergio García

Tapachula.- Una nueva caravana de migrantes salió la madrugada de este martes, con destino al municipio de Arriaga, Chiapas, para reunirse y organizarse con otro grupo similar para poder caminar hasta la Frontera Norte con Estados Unidos.
Este contingente conformado por migrantes de Venezuela, Honduras, Ecuador, El Salvador, Haití y Guatemala, forman la primera caravana de migrantes del 2023.
Algunos migrantes que partieron con sus familias y otros solos, llevan consigo documentos legales que ha expedido el Instituto Nacional de Migración (INM), para que permanezcan en Chiapas, pero otros van de manera irregular, porque no les expidieron oficios de salida.
El pasado 14 de febrero, Dany González, salió de Venezuela para encarar una larga travesía migratoria con el objetivo de poder llegar a los Estados Unidos, para poder trabajar y mandarle dinero a su esposa e hija que las ha dejado con tristeza y preocupación.
“Soy docente de literatura en Venezuela, ganaba siete dólares mensuales que me alcanzaba para comprar siete kilos de arroz al mes, de ahí a tratar de sobrevivir, pero eso me obligó a salir con unos 1,500 dólares que obtuve para emprender esta travesía”.
González, narró que abandonó la docencia, después de haber trabajo 13 años y tener apenas unos 30 años, pero en Nicaragua, los intentó detener la policía de ese país, donde sufrió un accidente junto con un grupo de personas con las que viaja y quedo lastimado de su tobillo.
Ahora, al llegar a Tapachula, se apoya con una vara y se enteró de que iba salir en una caravana de migrantes y decidió salir caminando, a pesar de que pueda ser asegurado y retornado de nuevo a Tapachula.
Esta caravana, avanza a paso lento hacia el municipio de Huixtla, ubicado a unos 45 kilómetros de Tapachula, donde las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM), se han parado de manera aleatoria y les han explicado que deben regularizarse y regresar a Tapachula para que les expidan un documento para que estén de manera legal en Chiapas.
Otra historia similar, es Kelvin Ochoa, quien viaja con su esposa y su hijo en esta caravana de migrantes bajo un fuerte rayo del sol y un asfalto ardiente que los debilita y alienta el paso en su caminata.
Ochoa de 29 años, quien se apoya con una vara sobre la carretera Huehuetán- Huixtla, es por un accidente que sufrió en una motocicleta al cruzar la Selva del Darién y se reventó la pierna y le colocaron 5 tornillos hace 5 meses.
Acompañado de su esposa Elena de 30 años, le cuesta caminar, debido a que necesita una nueva operación en su pierna, ya que al dar el paso le duele y le drena “tengo una platina de 19 tornillos, eso no me ha quitado el sueño, por lo que estamos haciendo el esfuerzo de seguir adelante”.
“Me duele, no aguanto el dolor, solo por no parar, tengo miedo que me regresen, por lo que hemos salido unidos en este grupo de personas para alcanzar el sueño”.
Ambos migrantes, uno de profesión maestro y el segundo electricista, tienen el mismo objetivo de atravesar México en este grupo masivo de personas y lograr llegar a la frontera norte con los Estados Unidos para concluir sus sueños y mantener a sus familias.