Con destino a Escuintla y sin la vigilancia de ninguna corporación.
Sergio García CORRESPONSAL / NOTICIAS
Tapachula.- La caravana de migrantes que había frenado su paso en el municipio de Huixtla por la inseguridad, retomó su camino la madrugada de este jueves con destino a Escuintla, ubicado a unos 100 kilómetros de Tapachula, ahora sin la vigilancia de ninguna corporación.
El ecuatoriano, Denis, ha caminado más de 50 kilómetros en su segundó día de la caravana por la Frontera Sur de México, viaja con su esposa, su hija y un grupo de 9 personas, quienes ya van débiles por la falta de comida, agua y el calor que se ha presentado durante esta travesía que los ha obligado a salir en busca de ir a los Estados Unidos.
Narró que su caminata va de manera pacífica y sin generar ningún acto de violencia, ya que su único propósito es poder pasar por territorio azteca, “aquí el que quiere migrar es difícil, porque hay personas que quieren salir de su país con poco dinero, pero ahora las cosas ya han cambiado todo con las medidas de México y Estados Unidos”.
Caminando agitado, viste una playera verde, una gorra blanca, tenis blanco y una mochila negra, donde carga una botella de agua y sus prendas de ropa, sin detener su paso, lleno de esperanza de que nadie los detendrá y llegarán a su destino.
Este migrante, se dedicaba al comercio en Ecuador, explicó que uno de los principales puntos por lo que salió fue por la mala economía y los problemas políticos, lo que ha generado que miles de ecuatorianos dejen ese país y migren hacia los Estados Unidos.
Otro de los migrantes que han emprendido esta multitud de personas, es Víctor Hernández, quien era Locutor y hacia otras actividades en Venezuela y se ha quedado sin dinero y por eso, camina con este grupo de personas ya que no cuenta con recursos para poder viajar en transporte público.
“Salimos de nuestro país, con mis cuatro hijos y mi esposa, porque el país está caótico y por la inseguridad”.
En Huixtla, se unió a la caravana el pastor Guadalupe Lisandro, originario de Guatemala, quien viene predicando a los miembros de la primera caravana de migrantes que han emprendido el viaje con destino a la Frontera Norte
Contó, que salió del poblado de Tecún Umán y cruzó la frontera de México, llevando el mensaje de su iglesia Monte Sion y posteriormente llegó a Tapachula donde permaneció meses de estar orando y ayunando para que los miles de migrantes cumplan sus metas.
“En Tapachula, me enteré de la caravana de migrantes, por lo que decidí alcanzarlos e irme con ellos con el objetivo de poder llegar a los Estados Unidos”.
Desde su punto de vista, el religioso, refirió que el Instituto Nacional de Migración INM) está colapsado debido a que hay muchas solicitudes para solicitar una visa humanitaria y solicitudes de asilo por parte de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR).
“Hay que tener paciencia, se tiene que esperar, las autoridades están haciendo su trabajo, los felicitó porque son puestas por dios, pero en esta ocasión nos hemos decidido salir en caravana porque hay muchas personas en la Frontera Sur en Tapachula y en Suchiate”.
Manifestó que la mayoría de las personas tiene que esperar de 3 a 9 meses, para que les puedan dar la visa humanitaria o el permiso fronterizo.
