Presuntamente usan la información de los ranchos y de los pequeños productores para lucrar con los aretes y venderlos con los coyotes

Sergio García CORRESPONSAL / NOTICIAS

PIE DE FOTO: Francisco Cigarroa, productor de ganado del municipio de Tuxtla Chico, explicó, que las oficinas o asociaciones ganaderas lucran con los aretes. Foto. Sergio García

El tráfico ilegal de ganado de Guatemala hacia Chiapas, vía la región Soconusco es un presunto lucrativo negocio para algunas asociaciones ganaderas regionales, que venden los “aretes” de identificación para que sean utilizados en el ganado de contrabando.
Francisco Cigarroa, productor de ganado del municipio de Tuxtla Chico, explicó, que las oficinas o asociaciones ganaderas presuntamente usan la información de los ranchos y de los pequeños productores para lucrar con los aretes y venderlos con los coyotes.
El ganadero, explicó, el “aretillo” de plástico fue implementado en 2003 por la extinta SAGARPA, ahora SADER, para colocarlo en la oreja del ganado, hembra o macho, con la intención de certificar al comprador final que el espécimen estaba debidamente libre de alguna enfermedad contagiosa y se encontraba cubierto de todas las normas de sanidad que exige el país.
Pero, resulta que esa herramienta de identificación que da seguridad al comprador final, es vendida por ciertos grupos de las asociaciones ganaderas a los contrabandistas de ganado, para que estos a su vez lo lleven al norte del país como ganado mexicano.
El negocio es tan jugoso, que pudieran estar involucradas autoridades de la Secretaría de Agricultura, pues son miles de aretes que se venden en los municipios de la región; el ganadero, integrante de la Unión de Ejidos Emiliano Zapata, aseguró, que las ventas más grandes en el soconusco se dan en Tapachula y Ciudad Hidalgo.
Y aunque algunos productores no están inscritos a ninguna asociación ganadera, lo hacen de manera libre, la información de los ranchos y de los productores llega hasta las asociaciones regionales y estás la utilizan para dobletear la información y vender con toda impunidad los aretes para contrabandear ganado o mover reses robadas.