Karla Gómez NOTICIAS
El jueves 21 de noviembre a las 18:30 horas, el Museo Nacional de la Estampa (Munae) será el escenario de un evento que une la gráfica y el rock: “Gráfica rebelde, gráfica rock”, un conversatorio encabezado por Sergio Sánchez Santamaría, considerado el último artista representativo del Taller de Gráfica Popular (TGP). Acompañado de cinco personalidades del mundo musical, el artista abordará cómo estos dos mundos han influido en su obra.
El evento contará con la participación de Roco, vocalista de Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio; Francisco López, crítico musical; Alejandro Preisser, compositor y músico del grupo Triciclo Circus Band; y Alberto Cuéllar, integrante del grupo La plebe y coleccionista de vinilos. Estas figuras del rock compartirán sus perspectivas sobre la obra de Sánchez Santamaría, a propósito de su exposición individual “Sergio Sánchez Santamaría. El nahual gráfico”, recientemente inaugurada en el Munae.
Este evento, accesible también en línea a través de https://goo.su/mNRtr, promete ser un espacio de diálogo entre la gráfica tradicional y la energía rebelde del rock, géneros que han marcado la trayectoria de este destacado grabador.
Sergio Sánchez Santamaría, nacido en 1976, comenzó su carrera como grabador en los años noventa. En entrevista, recuerda su formación en el TGP como un momento crucial: “Ingresé como aprendiz cuando el taller ya estaba devastado, pero allí conocí la lucha y obra de figuras como Leopoldo Méndez, Adolfo Mexiac y Pablo O’Higgins”, relató. Esta experiencia le permitió adquirir el conocimiento técnico y conceptual de la gráfica, al tiempo que su juventud lo llevó a adentrarse en el mundo del rock, influenciado por la escena del tianguis del Chopo y el barrio de Tacubaya.
Sánchez Santamaría menciona que el rock se volvió parte esencial de su vida y obra. A lo largo de su carrera, ha fusionado el espíritu contestatario del género con las técnicas clásicas de la gráfica, creando un lenguaje visual único. “Todo ese universo creativo del rock se plasmó en mis grabados”, asegura.
Durante su paso por el TGP, Sánchez Santamaría tuvo la oportunidad de conocer a grandes figuras de la gráfica mexicana como Ángel Bracho, Fanny Rabel y Mariana Yampolsky, con quienes compartió su visión artística. “Fui testigo de otra época, no tan convulsa como la de Leopoldo Méndez o Adolfo Mexiac, pero siempre he creído que un artista debe ser testigo de su tiempo”, reflexionó.
El artista se considera un grabador de técnica clásica, aunque con un concepto propio, influido por el rock y los temas alternativos. “Transmito lo que observo, lo que me rodea”, señaló, destacando que su obra ha sido testigo del entorno urbano y las luchas sociales que ha vivido desde los años noventa.
Egresado de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, Sánchez Santamaría encontró su vocación en la gráfica al descubrir una litografía de José Chávez Morado en un museo. Desde entonces, ha dedicado más de tres décadas a perfeccionar su arte, estudiando a grandes maestros como Francisco de Goya y Giovanni Battista Piranesi.
A pesar del buen estado de salud del grabado contemporáneo, el artista lamenta la falta de propuestas temáticas por parte de los jóvenes: “Un artista debe representar lo justo y lo injusto, ser un testigo crítico de su época”, subrayó.
El conversatorio “Gráfica rebelde, gráfica rock” es una oportunidad única para conocer de cerca el trabajo de Sergio Sánchez Santamaría, un artista que ha sabido entrelazar la tradición gráfica con la contracultura rock, en una obra que sigue siendo relevante en la actualidad.
Foto: Cortesía
Pie de foto: El grabado como herramienta de crítica social.