Daniela Grajales NOTICIAS

212 personas, entre niños, mujeres, hombres y personas de la tercera edad, quienes han huido de su comunidad, para resguardarse de la violencia que impera en la zona. – Foto: Daniela Grajales

El cielo anuncia la llegada de la lluvia, ya no son 35 familias, ahora son 52; para ser exactos 212 personas, entre niños, mujeres, hombres y personas de la tercera edad, quienes han huido de su comunidad, para resguardarse de la violencia que impera en la zona.
Tanto en el campamento como en Santa Martha hay que resguardarse, en uno de la lluvia y en otro de las lluvias pero de balas.
Los niños corren, juegan en el pequeño arroyo qué hay, ellos, los rostros de la inocencia, los desplazados por el conflicto armado, por la disputa de tierra.
Los adolescentes platican y sonríen tímidos, otros prefieren tapar sus rostros, unos más sentados pensando en retornar y ahí está Luisandro solo, sin papá, sin mamá y sin hermanos.
“Salimos a trabajar a ver nuestros cafetales, cuando casi terminamos nos atacaron, yo me perdí, por eso salí vivo”.
Dos noches y un día es lo que permaneció entre las montañas Luisandro.
“Mataron a mis padres y a mis dos hermanas, y a mi hermana”.
Pero no fue el único, también Javier vio como mataban a su padre, por el simple hecho de no pertenecer al grupo que tiene tomado el sector de Santa Martha.
“Nos escapamos porque mataron a mi papá, es que mi papá no quería involucrarse con gente del comisariado por eso lo mataron, cuando se levantó mi papá le dispararon en su cabeza y toda su cabeza se partió”.
El campamento provisional permanece en una zona donde solo las montañas los albergan de las balas, el alimento sigue siendo el mismo, ellos piden tanto a las autoridades seguridad y protección, a la sociedad hacen un llamado para que les donen despensa y algunas chamarras para mitigar el frío, mientras que las autoridades les dan respuesta.
El defensor de los derechos humanos quien acompaña a este grupo de personas, señala que al no ver algo positivo optarán por viajar a la capital chiapaneca y pedir una audiencia.
Cabe recordar que este problema social, tiene más de 40 años donde a pesar que firman acuerdos de paz, nuevamente recae en disputa de dos grupos.