Daniela Grajales
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En el municipio de Palenque, son pocos los artesanos que tallan en piedra, don Ernesto es uno de los artesanos más conocidos en el municipio, su dedicación y amor al arte no le impiden seguir en este caminar, a pesar de su discapacidad, oferta sus artesanías en la plaza central de dicho lugar.
Mientras sus labios callan, sus manos trabajan, él es uno de los pocos artesanos que aprovechan la piedra caliza, predominante en la región.
“Tenía como 11 años cuando él empezó a trabajar, allá con unos amigos, nada más mirando lo aprendió a hacer, porque es discapacitado, le gusta hacer muchas cosas Mayas”, mencionó doña Carmen Chang, esposa de Don Ernesto.
Él, produce bellas piezas recreando los glifos y los relieves de los mayas clásicos, lleva más de 30 años tallando en piedra, a pesar que carece del habla, tiene a su lado a quien le da voz a sus pensamientos, doña Carmen, ambos han enfrentado el desinterés de la sociedad ante este trabajo.
“Como me gustaría rescatar este trabajo, pero ahorita ya no, pero poco a poco y es que yo quisiera así que él le enseñara a alguien para que eso vaya, ahí en la escuela algo, el le gusta grabar signos zodiacales mayas, que es lo que vendemos más”.
Con cincel en mano y una pedazo de piedra caliza u otro tipo de piedras, don ernesto realiza pulseras, collares y otras piezas talladas, en su trayectoria ha sido galardonado por ser uno de los artesanos más dedicados y sobre todo por similitud de los símbolos originales mayas.
“Si ha ganado sus premios, ¿cuántos premios?, tiene varios, él me comenta que no piensa que me apoya, lo pone alegre que lo tomen en cuenta, porque son valiosas , tiene calma porque esto es muy valioso”, enfatizó doña Carmen.
Más que un arte, es amor por la cultura maya, don Ernesto y doña Carmen sin duda son una pareja que llevan el amor no solo en el corazón, sino también las comparten a los turistas.
PIE DE FOTO:
Don Ernesto es uno de los artesanos más conocidos en el municipio, su dedicación y amor al arte no le impiden seguir en este caminar.
Foto. Daniela Grajales