Es el padecimiento más frecuente en mujeres mexicanas con vida sexual activa y está asociado directamente a la infección por Virus de Papiloma Humano

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El Instituto Mexicano del Seguro Social en Chiapas recuerda que la mejor manera de detectar el cáncer cervicouterino en etapa temprana es realizándose la prueba de detección: el Papanicolaou. – Foto. Cortesía

Con motivo del Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino, que se conmemora el 26 de marzo, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Chiapas recuerda que la mejor manera de detectar el cáncer cervicouterino en etapa temprana es realizándose la prueba de detección: el Papanicolaou.
Al respecto, Miguel Ángel Zenteno Fonseca, médico especialista en Ginecología, Obstetricia y Colposcopía, adscrito al Hospital General de Zona (HGZ) No. 2, indicó que el cáncer de cuello uterino o cáncer cervicouterino es el padecimiento más frecuente en mujeres mexicanas con vida sexual activa y está asociado directamente a la infección por Virus de Papiloma Humano (VPH).
“Tanto hombres como mujeres pueden presentar el VPH. Su desarrollo dependerá de la etapa de inicio de la vida sexual activa, pero la predisposición a que esta infección se convierta en cáncer en la mujer depende de múltiples factores: uno de ellos es el tipo virus y su carga oncogénica; los malos hábitos higiénico dietéticos; la multiplicidad de parejas sexuales; el contacto sexual sin protección, problemas hormonales, baja nutrición, tabaquismo e inmunosupresión”, explicó.
El especialista destacó que dentro de los diferentes tipos de enfermedades neoplásicas el cáncer de cuello uterino puede prevenirse mediante la vacunación y la detección precoz de las anomalías preinvasivas.
La vacuna contra el VPH se recomienda en niñas de los 9 hasta los 15 años, con énfasis entre los 11 y 12 años, pues protege contra dos de los serotipos de VPH más oncogénicos.
Para la realización del Papanicolaou, se recomienda se lo realicen mujeres a partir de los 25 y hasta los 64 años. Dicho examen se realiza cada 3 años tras dos frotis anuales normales.
Gracias a estas estrategias, comentó el doctor, se puede retrasar o prevenir la aparición de células anómalas, o bien, detectar de forma temprana lesiones malignas que puedan progresar y convertirse en carcinoma de cérvix.
“Si bien, ocho de cada diez personas estaremos expuestos en nuestra vida al VPH, eso no significa que se desarrolle cáncer de pene, en el caso de los hombres, o en cáncer de cérvix, en la mujeres. Sin embargo, realizar las pruebas regulares ayudarán a descartar lesiones, mantener un monitoreo, conocer el estado de salud de la paciente, la base de una buena salud ginecológica es el seguimiento”, finalizó Zenteno Fonseca.