Un poeta chiapaneco que humanizó al hombre a través de la poesía

Karla Gómez NOTICIAS

Este 29 de marzo, el mundo literario conmemora el aniversario luctuoso de Juan Bañuelos, un poeta cuya voz resonó con fuerza desde las tierras chiapanecas, llevando consigo el dolor, el gozo y la esperanza a través de sus versos.
Juan Bañuelos falleció a la edad de 84 años en la Ciudad de México, dejando tras de sí un legado poético inmortalizado en obras como «Espejo humeante». Nacido en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el 6 de octubre de 1932, Bañuelos creía firmemente en la función esencial de la poesía: humanizar al hombre y sensibilizar el mundo que lo rodea.
El reconocido escritor argentino Juan Gelman elogiaba las palabras de Bañuelos, reconociendo que eran portadoras de la vida misma y que su labor como literato fue crucial para el surgimiento de nuevos autores que se identificaron con su arte.
La poesía de Bañuelos se distinguió por su capacidad de abrazar las dolencias y las vivencias populares, explorando temas como el trabajo, el hambre, la explotación, pero, sobre todo, la belleza y la esperanza que yacían en lo más profundo del alma humana.
Uno de los aspectos más destacados de su estilo poético fue su adaptabilidad al paso del tiempo, utilizando palabras claras, vivas y sencillas que trascendieron generaciones.
Juan Bañuelos no solo fue un poeta, sino también un erudito, con estudios en Derecho, Letras Hispánicas, Filosofía y Ciencias Diplomáticas en la UNAM. Además, compartió su conocimiento a través de talleres de poesía en diversas universidades, incluyendo las de Chiapas, Guerrero, Querétaro y Sinaloa.
Como miembro del grupo literario «La espiga amotinada», junto con destacados escritores como Óscar Oliva, Jaime Augusto Shelley, Eraclio Zepeda y Jaime Labastida, Bañuelos dejó una marca indeleble en la literatura mexicana. Su obra, traducida a ocho idiomas, incluye títulos como «El traje que vestí mañana», «Destino arbitrario», «A paso de hierba» y «Vivo, eso sucede».
A pesar de su partida física, el legado poético de Juan Bañuelos sigue vivo, recordándonos la poderosa capacidad del arte para tocar nuestras almas y transformar nuestras vidas.

Foto: Cortesía
Pie de foto: A pesar de su partida física, el legado poético de Juan Bañuelos sigue vivo.