La exposición, que reúne obras del artista realizadas en los años setenta

Isabel Nigenda Noticias

Foto: Cortesía. – Felguérez fue transformando su lenguaje formal hasta llegar a esta experimentación.

Manuel Felguérez, uno de los artistas más destacados de México, fue un pionero en plantear la relación entre el arte, la cibernética y nuevos medios en su país, y logró expresarlo en su producción artística. Así lo afirmó el investigador Daniel Garza Usabiaga en el conversatorio realizado en torno a la exposición Felguérez, una máquina estética, la cual actualmente se exhibe en el Museo Nacional San Carlos.
En la exposición, que reúne obras del artista realizadas en los años setenta, se pueden apreciar sus experimentos con la relación entre arte y ciencia a través de una serie de premisas trabajadas numéricamente en un laboratorio de cómputo. Los resultados de este proyecto, llamado La máquina estética, se publicaron en un libro con una serie de pinturas y esculturas derivadas de este ejercicio para demostrar el éxito de la empresa.
Algunas de estas obras pasaron a formar parte del acervo de la Academia de Artes, como las ocho esculturas en pequeño formato de la serie La máquina estética, realizadas en metal laqueado en varios colores en 1976, y ocho piezas contemporáneas donde las complejas formas derivan de la fusión del metal con la pintura.
Los más de 200 dibujos que arrojó la computadora fueron fuente de inspiración para muchas obras del artista, donde círculos, triángulos y rectángulos constituyen su lenguaje plástico. Sin embargo, y a pesar de la propuesta «mecanicista» del programa original del artista, su creatividad se impuso para entregarnos piezas con una expresividad propia.
Las obras que reúne Manuel Felguérez, una máquina estética son de alguna forma el reflejo de un mundo que en los años setenta del siglo pasado se estaba tecnologizando a pasos agigantados y particularmente un México de la segunda mitad del siglo XX, con un proceso de industrialización acelerada. «Y muchos artistas, como es el caso de Felguérez, están muy enganchados en ese discurso industrialista, desarrollista», comentó Garza Usabiaga.
La multiplicidad y abundancia de diseños, en aparente contradicción con la pureza de las sencillas formas geométricas de tonos sobrios, logran un fuerte impacto visual, con resultados de gran valor estético que permiten analizar de cerca un momento fundamental en la producción artística de Manuel Felguérez.
Una de las particularidades de la serie Una máquina estética es que muestra cómo paulatinamente Felguérez fue transformando su lenguaje formal hasta llegar a esta experimentación en la que, partiendo de lo bidimensional, va a conseguir relieves y esculturas con metales y colores aplicados de manera industrial. La exposición en el Museo Nacional San Carlos es una oportunidad única para apreciar el legado artístico de Felguérez y su contribución al diálogo entre el arte, la ciencia y la tecnología.