Se encontraron en el poblado de San Pedro Nexicho, uno de los más grandes e importantes asentamientos prehispánicos en la Sierra Juárez

El Heraldo de México

Foto: Cortesía. Pie de foto: Cinco antiguas tumbas zapotecas.

Cinco antiguas tumbas zapotecas, de un total de 12 ubicadas, en el poblado de San Pedro Nexicho, uno de los más grandes e importantes asentamientos prehispánicos en la Sierra Juárez de Oaxaca, fueron recuperadas por un equipo interdisciplinario del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que fue alertado de actividad.
De acuerdo con la directora del Proyecto Conjunto Monumental de Atzompa, Nelly Robles García, la Fundación Alfredo Harp Helú (FAHHO) alertó de actividad irregular en algunas tumbas, por lo que un equipo de especialistas acudió al sitio en el municipio de Santa Catarina Ixtepeji, para poner en valor cuatro tumbas de planta rectangular y una cruciforme, las cuales se encontraban en mal estado.
El equipo encontró que la Tumba 1, descubierta por un vecino en 2010, había sido saqueada; pese a ello, se recuperaron materiales que formaron parte de la parafernalia funeraria, como una pequeña cuenta de oro y espléndidos murales. Las y los especialistas se dieron a la tarea de rehabilitar la estructura arquitectónica y restituir la pintura mural que yacía en el piso.
La Tumba 1, la de mayores dimensiones, es de planta cruciforme y se ubica en lo que fue una terraza habitacional. Un pequeño sistema escalonado, a modo de rampa, conduce a la entrada, en la parte más corta de la cruz; de allí, se entra a la antecámara, de cuatro metros de ancho por uno de largo. Después, sigue la cámara principal, de dos metros de largo por 1.40 de ancho.
A decir de la arqueóloga, aunque hay pinturas en todos los muros, destacan las escenas de guerra de la cámara principal, en la que figuran varios personajes ricamente ataviados, pintados con líneas negras, con un fondo rojo intenso y algunos elementos en amarillo. Su calidad, iconografía y colorido, le confieren un alto valor cultural.

Las tumbas fueron ocupadas entre los periodos Clásico y Posclásico Temprano

Las tumbas de San Pedro Nexicho fueron ocupadas entre los periodos Clásico y Posclásico Temprano y Tardío (200 d.C. a 1100-1521 d.C). A diferencia de las tumbas 1, 3 y 4, de las que se rescataron pocos materiales, como miniaturas de cerámica local, concha y piedra verde foráneas; las tumbas 2 y 5 se encontraron con su contexto funerario intacto, incluido material osteológico que brindará datos sobre sus antiguos habitantes.
La cripta 2, usada como osario, se hallaron 240 objetos completos y semicompletos, entre ellos, estucos con escritura zapoteca, y esculturas esgrafiadas que revelan un estilo serrano propio. Robles García señala que, en el caso de la Tumba 3, un pequeño trozo de textil reveló que un individuo fue amortajado y depositado en su interior, ya en el periodo colonial.
Las acciones en campo se desarrollaron entre 2015 y 2020 y ahora se realiza la fase de gabinete, consistente en el análisis de los materiales arqueológicos, de la cual derivarán publicaciones acerca de la importancia de San Pedro Nexicho en la época prehispánica, con énfasis en su interacción con el Valle de Oaxaca y la Mixteca.