Un hito histórico en la conmemoración fotográfica

Isabel Nigenda Noticias

Foto: Cortesía. – El objetivo es mostrar al público la diversidad y riqueza de la fotografía nacional.

En 1989, México vivió una conmemoración sin precedentes que otorgó a la fotografía un lugar destacado como arte y disciplina en el país. El coordinador general del proyecto de celebraciones por los 150 años de la fotografía en México, Pablo Ortiz Monasterio, expresó que el objetivo era mostrar al público mexicano la enorme diversidad y riqueza de la fotografía nacional, al mismo tiempo que se profundizaba en el conocimiento de su historia a través de la localización, catalogación y conservación de los acervos fotográficos.
La investigadora y curadora independiente Emma Cecilia García Krinsky hizo un recuento de aquella organización y de sus logros durante la sesión de apertura del 5° Seminario Patrimonio Fotográfico de México, organizado por la Secretaría de Cultura federal, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Sistema Nacional de Fototecas.
Durante su ponencia titulada «150 años de la fotografía en México: una experiencia pionera de celebraciones», García Krinsky destacó una serie de factores que facilitaron este importante esfuerzo. Entre ellos, resaltó el interés del presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Víctor Flores Olea, por la fotografía, cuya gestión fue fundamental para la difusión y el reconocimiento de esta disciplina.
«Flores Olea incluyó esta conmemoración en su agenda para 1989. En ese contexto, mantuvo conversaciones con Manuel Álvarez Bravo, quien estaba interesado en celebrar esa fecha. También estableció contacto con Pablo Ortiz Monasterio, a quien se nombró coordinador general del proyecto», recordó la especialista.
Así, en febrero de 1989, se conformó el comité organizador, en el que García Krinsky se desempeñó como coordinadora y el fotógrafo Agustín Martínez Castro como secretario técnico. Además, contaron con la colaboración de Oliver Debroise, Graciela Iturbide, José Luis Neyra y Eleazar López Zamora, entonces director de la Fototeca Nacional del INAH, como asesores.
La efeméride se basó en el hecho de que en agosto de 1839 se presentó en la Academia de Ciencias de Francia la forma más primitiva de la fotografía: la daguerrotipia, la cual llegó a México en diciembre de ese mismo año, como se registró en los diarios de la época a través de una vista del puerto de Veracruz y otras imágenes.
El comité convocó a personas e instituciones dedicadas a la cultura, tanto públicas como privadas, de todas las regiones del país, lo que permitió que varias ciudades disfrutaran de exposiciones. Además, se prepararon diversas publicaciones y catálogos, se llevaron a cabo conferencias y mesas redondas, y la gente se congregó en torno a esta variedad de actividades relacionadas con la fotografía.
García Krinsky reconoció que esta conmemoración sin precedentes no hubiera sido posible sin el auge experimentado por la fotografía en la década de 1970.