Pionero de los estudios de prehistoria en México

Isabel Nigenda Noticias

En un emotivo acto que reunió a expertos, académicos y entusiastas de la antropología e historia, la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) rindió un merecido homenaje al distinguido profesor-investigador, Lauro González Quintero, en el emblemático Museo Nacional de Antropología (MNA). Este reconocimiento no solo celebró las contribuciones de González Quintero al estudio de la prehistoria en México, sino también su papel fundamental en la formación de especialistas en esta disciplina a lo largo de más de cinco décadas.
La ceremonia, organizada por la Secretaría de Cultura federal en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la ENAH, marcó también el inicio del Tercer Encuentro Estudios sobre Prehistoria en América, un evento académico que se extenderá hasta el 18 de agosto de 2023. Este encuentro forma parte de las festividades conmemorativas por el 85 aniversario de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, y busca explorar nuevas investigaciones y herramientas tecnológicas en el campo de la prehistoria.
Lauro González Quintero, biólogo y antropólogo originario de Tampico, Tamaulipas, ha dejado una huella indeleble en la comunidad académica y científica de México. Su trayectoria en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se inició en 1965, cuando ingresó al Departamento de Prehistoria. Desde entonces, su pasión y dedicación lo llevaron a crear un Laboratorio de Botánica y el herbario del Proyecto de Tehuacán, Puebla. Colaboró con renombrados investigadores, como Paul Martin y Thomas van der Hammen, mejorando las interpretaciones paleoclimáticas y contribuyendo al Proyecto Tlapacoya, donde propuso una periodización climática para los últimos 40,000 años en el sur de la Cuenca de México.
González Quintero también desempeñó un papel crucial en la revisión del «Hombre de Tepexpan», cuyos restos óseos fueron descubiertos en 1947 en el Estado de México. Su proyecto más destacado fue en el sitio arqueológico «El Japón» en Atlapulco, Xochimilco, donde estableció una metodología para la toma de muestras y análisis de material, creando la colección fitoarqueológica más relevante de la Cuenca de México.
Además de sus contribuciones a la investigación, González Quintero también se destacó como educador. Impartió clases en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía, y posteriormente se unió a la ENAH, donde fundó los laboratorios de Palinología y Genética junto con el arqueólogo Mario Pérez Campa. Su influencia se extendió a lo largo de varias generaciones de antropólogos físicos y científicos interesados en la prehistoria.
El homenajeado tuvo el honor de dictar la conferencia magistral inaugural del Tercer Encuentro Estudios sobre Prehistoria en América. Durante su disertación, González Quintero exploró las raíces de Mesoamérica, resaltando la importancia del maíz y la obsidiana como elementos distintivos de la región. Destacó cómo el maíz, cuyo ancestro genético es el teocintle, desempeñó un papel fundamental en la vida de las poblaciones mesoamericanas. La obsidiana, por su parte, fue un recurso crucial para los primeros habitantes, aunque también fue motivo de conflictos en distintas etapas de la prehistoria.
El Tercer Encuentro Estudios sobre Prehistoria en América continúa su curso hasta el 18 de agosto en el Museo Nacional de Antropología, donde se presentarán investigaciones recientes y se discutirán nuevas perspectivas en el estudio de las primeras poblaciones. Además, el 17 y 18 de agosto, el evento se trasladará a la ENAH, donde se llevarán a cabo exhibiciones de carteles y talleres enriquecedores. El legado de Lauro González Quintero perdurará como una fuente de inspiración para futuras generaciones de investigadores y amantes de la historia prehispánica de México.

Foto: Cortesía.
Pie de foto: Lauro González Quintero, biólogo y antropólogo originario de Tampico, Tamaulipas.