Karla Gómez NOTICIAS

En un esfuerzo sin precedentes por reconciliar la vida urbana con el entorno natural y cultural, al sur de la Ciudad de México se inauguró el primer vivero especializado en una zona arqueológica: el de Cuicuilco. Este espacio, ubicado en lo que fue una antigua urbe prehispánica, alberga 7,500 ejemplares de árboles, arbustos y herbáceas nativas o endémicas del ecosistema del Pedregal del Xitle, uno de los últimos relictos de matorral xerófilo en la metrópoli.
La iniciativa forma parte del Proyecto de Restauración Ecológica en la Zona Arqueológica de Cuicuilco (ZAC), impulsado por la Secretaría de Cultura a través del INAH, en colaboración con el Grupo de Ecología y Conservación de Islas (GECI), la UNAM, la Universidad Autónoma de Chapingo y otras instituciones. Este trabajo conjunto busca regenerar un ecosistema que, además de su valor ambiental, resguarda vestigios arqueológicos y saberes ancestrales.
Con una capacidad de hasta 10,000 plantas, el vivero opera mediante dos métodos de cultivo —uno tecnificado y otro tradicional— y tiene como meta reforestar 25 hectáreas de la ZAC en su primer año. La mitad de la producción será destinada a esa tarea, mientras que el resto se ofrecerá a la ciudadanía para fomentar el uso de especies nativas en espacios urbanos.
“El Pedregal del Xitle no solo es un ecosistema, es un refugio verde, un aula viva y un legado cultural”, subraya Jerónimo Berruecos, biólogo del proyecto. Gracias a su alta permeabilidad, esta zona ayuda a regular el ciclo del agua y a mitigar inundaciones, además de albergar una biodiversidad que resiste la expansión urbana.
A través de talleres educativos, monitoreo científico y participación comunitaria, este vivero busca sembrar algo más que plantas: conciencia, conocimiento y resiliencia. En palabras de Federico Alfonso Méndez, director del GECI, “el objetivo es recuperar un espacio vital para la ciudad y replicar el modelo en otras zonas arqueológicas del país”.
Así, Cuicuilco florece de nuevo, no solo como sitio histórico, sino como símbolo de una ciudad que busca renacer desde sus raíces.
Foto: Karla Gómez
Pie de foto: Este trabajo conjunto busca regenerar un ecosistema.