El uso de técnicas avanzadas como la microscopía electrónica permitió a los investigadores identificar rastros
Karla Gómez NOTICIAS

En lo que alguna vez fue un islote en el lago de Xochimilco, en la Ciudad de México, se encuentra el sitio arqueológico San Gregorio Atlapulco, un lugar clave para entender la transición de los cazadores-recolectores a los primeros poblados sedentarios en la Cuenca Sur de México. Con más de 8,000 años de antigüedad, el sitio revela cómo estos grupos comenzaron a domesticar plantas y establecerse de manera permanente.
A casi una década de las primeras excavaciones en la zona, los estudios más recientes, realizados entre 2013 y 2015 por un equipo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), han confirmado la importancia de este sitio para la arqueología mesoamericana. Mediante análisis de artefactos de molienda, los científicos identificaron restos de plantas como maíz, frijol, camote, y chile, esenciales en la dieta de las comunidades de esa época.
El uso de técnicas avanzadas como la microscopía electrónica permitió a los investigadores identificar rastros de desgaste en herramientas de piedra, lo que confirma actividades de procesamiento de plantas. Este descubrimiento ofrece nuevas perspectivas sobre la subsistencia de los primeros habitantes sedentarios de la región, quienes dependían de la recolección de plantas de las llanuras lacustres, complementada con cultivos domesticados.
Los hallazgos de San Gregorio Atlapulco no solo redefinen el periodo precerámico, sino que destacan el papel fundamental de las comunidades lacustres en el desarrollo de la agricultura temprana y el sedentarismo. Los resultados de este estudio, que se publicarán en febrero de 2025 en la revista Journal of Archaeological Science: Reports, marcan un avance significativo en la comprensión de los orígenes de la vida aldeana en la Cuenca de México.
Foto: Karla Gómez
Pie de foto: Con más de 8,000 años de antigüedad, el sitio revela cómo estos grupos comenzaron a domesticar plantas y establecerse de manera permanente.