En el Museo de Paleontología, se habla del universo, de los insectos, de la evolución del ser humano, de los dinosaurios, así como de la clasificación de rocas sedimentarias en diferentes periodos

Isabel Nigenda Noticias

Foto: Isabel Nigenda. Pie de foto: La colección paleontológica del Instituto de Historia Natural se inició en 1942.

En la Calzada de las Personas Ilustres se encuentra el Museo de Paleontología, espacio en donde se habla del universo, de los insectos, de la evolución del ser humano, de los dinosaurios, así como de la clasificación de rocas sedimentarias en diferentes periodos.

«Los protagonistas del universo de la paleontología son los fósiles, las rocas sedimentarias y el cazador de la vida: el paleontólogo, quien con martillo en mano y morral al hombro se aventura a continuas exploraciones de campo. Los resultados de su búsqueda son más importantes, porque añaden a los tesoros del conocimiento de la humanidad», se informa en el Museo.

Debido a ello, este Museo lleva el nombre del profesor José Eliseo Palacios Aguilera, quien fue catedrático, investigador, funcionarios, agente de salud y fundador de instituciones culturales. Además, de ser considerado un colector de objetos naturales.

«La colección paleontológica del Instituto de Historia Natural se inició en 1942, año de la creación de este Instituto, con el valioso depósito que hizo el profesor José Eliseo Palacios Aguilera, de muelas y huesos de mastodontes, mamuts y placas de caparazón del gliptodonte. Actualmente, la colección de fósiles cuenta con una gran representación de animales marinos, terrestres y vegetales que vivieron en el Estado de Chiapas en tiempos prehistóricos. La información que tenemos nos permite conocer la evolución biológica de hace 300 millones de años (Paleozoico) que se ha desarrollado en Chiapas.

La importancia de la Paleontología se debe a que sirve para buscar yacimientos minerales como sal, silice y carbonatos; buscar carbón y petróleo; conocer antiguas distribuciones de continentes y mares; conocer la evolución de la vida; reconstruir ambientes antiguos; determinar climas antiguos; y reconstruir organismos ya desaparecidos.