Karla Gómez NOTICIAS

En un rincón de Hidalgo donde el tiempo parece quedarse quieto entre maizales y tazas de barro, cuatro mujeres mayores resguardan, sin saberlo, la memoria colectiva de muchas otras. Los perros que sólo reconocían las enaguas, escrita y dirigida por Mayra Simón, es una puesta en escena que rinde homenaje a esas voces femeninas que rara vez llegan al escenario, pero que habitan profundamente en nuestra historia.
La obra, presentada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Coordinación Nacional de Teatro, en colaboración con Manzanitas Escena y Cero y Uno Productora, se presenta del 10 de julio al 3 de agosto en el Teatro Orientación, Luisa Josefina Hernández, del Centro Cultural del Bosque.
Inspirada en testimonios reales y contada desde una perspectiva de docu-ficción, la obra parte del biodrama y el teatro documental para construir un universo poético que da voz a Luisa, Tomasa, Teresa y Maura, cuatro mujeres campesinas e independientes, habitantes de Manzanitas Cieneguilla, una comunidad rural con apenas doce habitantes. Ellas no protagonizan grandes gestas, pero sus vidas —marcadas por la obediencia impuesta, el trabajo, la migración y la ausencia— están atravesadas por una fortaleza silenciosa.
“Esta es una obra que no se grita. Se susurra”, dice Mayra Simón. Y es precisamente esa sutileza la que permite al espectador sumergirse en una experiencia íntima, cargada de memoria y verdad. El elenco, conformado por Edna Rodríguez, Sharim Padilla, Araceli Martínez y Fabiola Villalpando, encarna con sensibilidad a estas mujeres que, aunque no tuvieron descendencia, dejaron una huella viva.
La propuesta escénica y visual, diseñada por Ricardo Salgado, emplea grandes aros de bordar como elementos transformables que evocan espacios, caminos y umbrales simbólicos. La iluminación, de tonos cálidos y contrastes suaves, acompaña la atmósfera de nostalgia, mientras que el diseño sonoro de Eduardo García envuelve la narrativa con ecos del campo y la memoria.
Esta obra no busca salvar ni explicar a sus protagonistas. Solo las escucha. Y al hacerlo, nos invita también a escuchar esas otras voces, muchas veces olvidadas, que siguen susurrando en lo cotidiano.
Las funciones son los jueves y viernes a las 20:00 h, sábados a las 19:00 h y domingos a las 18:00 h. Una oportunidad para sumarse a un acto teatral de cuidado y resistencia: recordar para que el olvido no gane.
Foto: Cortesía
Pie de foto: La propuesta escénica y visual, diseñada por Ricardo Salgado, emplea grandes aros de bordar como elementos transformables que evocan espacios, caminos y umbrales simbólicos.