La época en la que Luis Alaminos inicia a hacer teatro, fue un tiempo apto para el teatro mexicano

Isabel Nigenda Noticias 

Foto: Cortesía.  Pie de foto: Festival de Artes Plásticas “Luis Alaminos Guerreros”.

En la Casa de la Cultura Luis Alaminos Guerreros, durante la celebración del Festival de Artes Plásticas «Luis Alaminos Guerrero», en donde se realizaron foros, exposiciones y talleres vinculadas con el Festival, se presentó el conversatorio “Época de Oro del Teatro en Chiapas”. 

En el evento participaron: Alberto Guzmán Escobedo, Laura Jiménez Abud, Sofía Mireles Gavito, Lucero Aguilar Paredes, Víctor Hugo López Cancino y Manuel Jiménez.   

Víctor Hugo López hablo de la recordada maestra Lola Montoya, quien en su dramaturgia se encuentran adscritos distintos e icónicos personajes de la escena tuxtleca. 

“Dolores Montoya, era un personaje demasiado peculiar. Fue alguien que se atrevió a darle un giro al teatro que se realiza en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez. Fue alguien, que de alguna o otra manera, se atrevió a maniobrar el lenguaje tuxtleco para presentarlo en distintas puestas en escenas, como el Bienvenido Conde Drácula o Juan Tenorio”, mencionó.

Igualmente, compartió que las obras de Lola Montoya gozan de tintes pintorescos o cómicos que se encuentran escritas mediante un lenguaje coloquial (chiapaneco). Asimismo, recurre a la enunciación de usos y costumbres de la población. 

“Risas chiapanecas”, refiere el ponente, «se condensan en la obra de la dramaturga». 

“¿Qué es el teatro en sí?, yo lo defino como aquella parte de la vida en la que nosotros perdemos nuestra propia existencia para adoptar un nuevo personaje. Nos adentramos tanto en él que llegamos a creernos que somos ellos en el escenario y lo que se pretende a través de las escenas, a través de los actos, a través de lo que pasa al abrirse el telón es que el público pueda de alguna manera olvidar o alejarse de la realidad para situarse en la realidad de la obra”, argumentó. 

Por su parte Laura Jiménez Abud refirió que, en 1950, la época en la que Luis Alaminos inicia a hacer teatro, fue un tiempo apto para el teatro mexicano. 

“La presencia del maestro Luis Alaminos Guerrero en Chiapas, para todos los que hacemos teatro hoy en día, es muy relevante porque nos brindó la oportunidad de encontrar diferentes discursos artísticos en Chiapas”, refirió. 

Posteriormente, señaló que el teatro presenta dos tipos de convivio, uno es el histórico, en el cual los asistentes habitan el mismo espacio, y el otro es el momento histórico que varía de acuerdo a la puesta en escena que se presencie, “no todos los creadores y creadoras tienen la posibilidad de realizar la conexión entre esos dos momentos históricos, solo Luis Alaminos Guerrero lo logró con la obra La reunión de los colgados, el Primer Premio Nacional que tuvo Chiapas”, comentó.