El propósito de los talleres es que niñas y niños exploren las expresiones artísticas y culturales de su entorno

Isabel Nigenda

Foto: Cortesía.
Pie de foto: “Talleres de Iniciación Artística”.

“El arte para las infancias, tiene una finalidad estética, didáctica y social. Por un lado, el arte posibilita preguntas íntimas; en la vivencia personal con los espacios artísticos, suceden experiencias que enriquecen la propia apertura intelectual y sentiente de las infancias”, menciona un creador de Talleres de Iniciación Artística.
Precisamente, de febrero a julio, en el Centro Cultural de Chiapas Jaime Sabines, ubicado en la 12ª Oriente Norte No. 2, Planta Baja, Centro 29000, se llevará a cabo el circuito de “Talleres de Iniciación Artística”, mismas que estarán relacionados con la enseñanza de las bases de la danza hawaiana, ballet, danza infantil, danza juvenil y danza contemporánea. Al igual que, se darán talleres de grabado, pintura infantil, guitarra clásica, canto, marimba, piano, idiomas y arte-terapia.
El Centro Cultural de Chiapas Jaime Sabines, busca que su oferta artística y cultural sea diversa, libre e incluyente. Por tanto, los talleres que se imparten se estructuran de acuerdo a la demanda y solicitud de los usuarios. Igualmente, se procura dar cabida a creadores y creadoras con la finalidad que puedan compartir sus conocimientos y experiencias artísticas, así como sus procesos y metodologías.
Por ello, el propósito de los talleres es que niñas y niños exploren las expresiones artísticas y culturales de su entorno.
Un tallerista, menciona que “la iniciación artística debe ser considerada como actividad complementaria a la formación educativa debido a que mejora la autoestima, permite la coordinación y la psicomotricidad fina, permite la formación de criterio artístico y de contemplación y, sobre todo, impulsa el desarrollo de la creatividad”.
Igualmente comenta que, el arte permite a las infancias reconstruir su historia, repensar los modelos, pero, también, manifestarse, dar sentido a sus necesidades, sus ideas, sus visiones. Por eso, los pueblos, necesitan “decir”. Las infancias, del mismo modo, necesitan “decir” su mundo.
Finalmente, otro de los objetivos es recuperar las experiencias artísticas y culturales mediante la “convivencialidad”, con el propósito de que las personas hagan uso humanizado de los bienes culturales, los cuales son de y para la comunidad.