El cronista impulsó la protección y conservación de las edificaciones que constituyen el patrimonio arquitectónico construido de nuestra ciudad

Isabel Nigenda

Foto: Cortesía.
Pie de foto: Castro Aguilar, como investigador, es un referente usual en cuanto a historia de Chiapas, pero, sobre todo, de Tuxtla.

«El maestro Castro Aguilar siempre estará con nosotros, su legado lo hace inmortal y nuestra misión es continuar con los trabajos que realizaba. Ese era su deseo, como lo expresó varias veces, a familiares y amigos. José Luis nos compartió su profundo amor por Tuxtla, nuestra ciudad. Nos enseñó también tanto sobre nuestro estado, Chiapas, al que entregó décadas de trabajo intelectual y servicio público, a través de lo más valioso que tenemos: nuestra historia y cultura. Nos enseñó, con el ejemplo, a ser solidarios, generosos, fraternos y resilentes», menciona el cronista Marco Antonio Orozco Zuarth, a un año de la muerte de Castro Aguilar.

Cuenta que, a raíz del fallecimiento del maestro Eliseo Mellanes Castellanos, heredó el cargo de Cronista de la Ciudad; por lo que, el H. Ayuntamiento Constitucional de Tuxtla Gutiérrez le otorgó el nombramiento oficial en el año 2008.

«Ejerció su oficio con ejemplar puntualidad e inició la investigación y estudio sistemático de los principales aspectos de nuestra ciudad. Fue miembro fundador de la Asociación de Cronistas del Estado de Chiapas y del Consejo de la Crónica Municipal de Tuxtla Gutiérrez, y socio de la Asociación Nacional de Cronistas de Ciudades Mexicanas», destaca.

Asimismo, indica que Castro Aguilar, impulsó la protección y conservación de las edificaciones que constituyen el patrimonio arquitectónico construido de nuestra ciudad; siendo miembro activo del Consejo creado para ese fin y aportando los datos históricos de los mismos.

«Como investigador, es un referente usual en cuanto a historia de Chiapas, pero, sobre todo, de Tuxtla, siempre su principal objeto de estudio, como consta en la obra Bosquejos históricos de Tuxtla Gutiérrez, con un tiraje de 3 mil ejemplares, libro ganador del primer lugar nacional en crónica, en 2015. Podemos afirmar que esta historia de Tuxtla es hasta el momento la más completa y de gran valor por la integración de elementos documentales, hemerográficos, bibliográficos y de archivo fotográfico», añade.

Por otro lado, menciona que, en cuanto a las obras conmemorativas y antológicas de gran valor para conocer la historia de nuestra entidad, y de consulta más recurrente se encuentra El himno a Chiapas, publicada en 2013, año del centenario de su composición, en homenaje al poeta José Emilio Grajales y el músico Miguel Lara Vassallo. También, solista al volumen Ángel Albino Corzo; y el Benemérito del sureste, esbozo biográfico del prócer de la guerra de Reforma, publicado en el bicentenario de su natalicio, en 2016. De igual forma, enlista a la Historia de los textos de la Constitución política del estado de Chiapas, 1826-1982, en 2017, de gran valor para historiadores, abogados e investigadores.

Sobre la importancia del cronista e investigador, dice que, nos enseñó que la vida consiste en mucho más de lo que presenciamos hoy, «nos instruyó en la importancia del pasado para preservar el futuro, y que la vida ocurre más allá de nosotros. Nos invitó a mirar por encima de nuestro entorno inmediato para descifrar nuestro espacio y nuestro tiempo en una línea de interminable fin».