La exposición Alan Glass. Sorprendente hallazgo, que abrió sus puertas el pasado 30 de octubre y estará disponible hasta el 23 de febrero de 2025
Karla Gómez NOTICIAS

El Museo del Palacio de Bellas Artes fue el escenario el pasado martes 3 de diciembre para la presentación del libro Dibujos Alan Glass. París 1954-1962, en el marco de la exposición Alan Glass. Sorprendente hallazgo. El evento, realizado en el Área de Murales, fue organizado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
La edición, publicada por la editorial El Viso en su colección Arte, reúne en 392 páginas una vasta muestra del trabajo gráfico de Alan Glass, realizado en la capital francesa entre 1954 y 1962. El libro, que fue comentado por el especialista Carlos de Laborde, incluye textos de reconocidos autores como Alejandro Jodorowsky, Pierre de Ligny Boudreau, Kristoffer Noheden, Nadine M. Orenstein y Abigail Susik, quienes aportan diferentes perspectivas sobre el proceso creativo y el legado del artista canadiense.
Alan Glass, nacido en Montreal en 1932 y fallecido en Ciudad de México en 2023, fue uno de los últimos artistas extranjeros ligados al surrealismo que eligieron México como su hogar. Su obra refleja una inagotable búsqueda estética y espiritual inspirada por el contexto cultural y natural del país, donde encontró un ambiente fértil para sus creaciones.
La exposición Alan Glass. Sorprendente hallazgo, que abrió sus puertas el pasado 30 de octubre y estará disponible hasta el 23 de febrero de 2025, recorre más de cinco décadas de producción artística de Glass. La muestra, que incluye 125 piezas entre pinturas, dibujos, ensamblajes y videos, está dividida en tres secciones principales: Bitácora de viaje: una introducción al artista, Objetos de afinidad: un atlas de ensamblajes y El jardín de las diosas. Estas áreas revelan las influencias artísticas, literarias y espirituales que marcaron su obra, la cual conecta el surrealismo con lo cotidiano y lo fantástico.
Uno de los aspectos más destacados de la exposición es la serie de “dibujos automatistas” que Glass realizó en París, y que no habían sido mostrados hasta ahora. Estos dibujos, creados con un innovador bolígrafo recién inventado en la década de 1950, capturan una compleja maraña de formas que evocan seres vivos y objetos inanimados que parecen transitar entre lo material y lo imaginario.
Kristoffer Noheden, uno de los curadores extranjeros de la muestra, describe estos primeros dibujos como “espirales de humo a punto de adquirir forma sólida, de plantas y animales que se combinan”. Resalta el uso de variaciones en la presión del bolígrafo, lo que permitió a Glass crear imágenes detalladas con texturas exuberantes, donde la tinta casi adquiere la densidad de la pintura.
Nadine M. Orenstein, en su introducción al libro, destaca que la obra gráfica de Glass parece invocar “un mundo paralelo” que toma forma en la superficie del papel, habitado por rostros animales, plantas y objetos cotidianos que se entremezclan con lo extraordinario.
Esta exposición y la reciente publicación del libro son una oportunidad única para explorar el universo multifacético de Alan Glass, cuya obra invita a contemplar lo común desde una lente surrealista, donde lo efímero y lo eterno coexisten en un mismo espacio creativo. Para los amantes del arte y del surrealismo, esta muestra ofrece una ventana al mundo íntimo y visionario de uno de los grandes creadores del siglo XX.
Foto: Karla Gómez
Pie de foto: Presentan libro de dibujos de Alan Glass en Bellas Artes, como parte de su exposición “Sorprendente hallazgo”.