Karla Gómez NOTICIAS
En el marco del 75 aniversario del Salón de la Plástica Mexicana (SPM) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), se presenta la exposición Tributo a Rufino Tamayo, una muestra que celebra la obra y legado de uno de los artistas más destacados del arte mexicano del siglo XX. La exposición, disponible hasta el 6 de octubre de 2024, reúne 30 piezas que abarcan diversas técnicas y estilos, reflejando la versatilidad y genialidad del maestro oaxaqueño.
Rufino Tamayo, miembro fundador del SPM, es reconocido por su capacidad para fusionar el arte prehispánico con las vanguardias internacionales, dando origen a un estilo único marcado por la rica herencia cultural mexicana y una profunda exploración de las corrientes artísticas del siglo pasado. Autodefinido como un pintor expresionista, su obra abarca más de 1,300 óleos, 465 piezas gráficas entre litografías y mixografías, 350 dibujos, 20 murales y un vitral, un testimonio de su prolífica carrera.
Entre las obras expuestas destaca una litografía que Tamayo donó en los años ochenta a la Fundación de Trabajadores de Pascual y del Arte, AC, en apoyo a la creación de la Cooperativa Pascual. Este gesto refleja la implicación de Tamayo no solo con el arte, sino también con las luchas sociales de su tiempo. Junto a otros artistas miembros del SPM, Tamayo contribuyó con su obra a una subasta destinada a recaudar fondos para la causa de los trabajadores. Aunque la subasta nunca se concretó, las piezas donadas constituyeron el acervo fundacional de la Fundación, la cual hoy es una referencia en el ámbito del arte nacional.
A lo largo de su carrera, Tamayo exploró diversas corrientes artísticas, como el surrealismo, el modernismo y el cubismo, experimentando con formas y conceptos sin perder de vista su conexión con las raíces prehispánicas e indígenas. Su capacidad para reinterpretar la cosmogonía de los pueblos originarios le permitió crear un universo propio, donde el color, la textura y la armonía son protagonistas. Tamayo lograba evocar en sus obras los colores de México, las texturas de su tierra y las tonalidades naturales que definen el paisaje mexicano, desde los tonos vibrantes de las frutas hasta los matices cálidos de la tierra.
Sus obras no solo son una representación de la realidad visual, sino también de una sensibilidad estética y cultural profundamente enraizada en la identidad mexicana. Al mismo tiempo, su lenguaje artístico dialoga con las corrientes internacionales, creando una propuesta fresca y original que trasciende fronteras.
El Salón de la Plástica Mexicana, ubicado en Colima 196, en la colonia Roma de la Ciudad de México, es el escenario ideal para este tributo a Tamayo. Este espacio, abierto de martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas, ha sido a lo largo de las décadas un referente para el arte nacional, albergando y promoviendo a los grandes maestros de la plástica mexicana.
Tributo a Rufino Tamayo no solo celebra la maestría de un artista que supo plasmar lo mejor de México en su obra, sino también el espíritu colectivo del SPM, que sigue siendo una plataforma crucial para la difusión del arte mexicano. Esta exposición invita al público a redescubrir el legado de Tamayo, un hombre que conjugó modernidad y tradición en cada pincelada, y que sigue siendo una fuente de inspiración para las nuevas generaciones de artistas.
Foto: Karla Gómez
Pie de foto: Un homenaje a la maestría del pintor oaxaqueño en el Salón de la Plástica Mexicana.
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