Una celebración de fe y tradición
Karla Gómez NOTICIAS

Por estas fechas, el barrio San Francisco, al sur de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, cobra vida con la celebración de la tradicional feria en honor a San Francisco de Asís, su santo patrono. Este evento, que cada año reúne a cientos de feligreses y vecinos de la comunidad, es una oportunidad para mantener viva la devoción al santo, así como para compartir momentos de fe, cultura y convivencia.
San Francisco de Asís, el santo al que rinde homenaje esta festividad, es una de las figuras más veneradas dentro de la Iglesia Católica. Nacido entre 1181 y 1182 en la ciudad de Asís, Italia, Francisco provenía de una familia acomodada. Su padre era un próspero comerciante de telas, mientras que su madre pertenecía a la nobleza. A pesar de su entorno privilegiado, Francisco mostró desde joven una tendencia a la generosidad, particularmente hacia los pobres.
Durante su juventud, Francisco vivió una vida despreocupada, disfrutando de las festividades y los lujos que le ofrecía su posición social. Sin embargo, su vida dio un giro radical tras un período de enfermedad y una experiencia como prisionero durante una disputa entre las ciudades de Perugia y Asís. Estos episodios lo llevaron a una profunda transformación espiritual, marcando el inicio de su camino hacia la santidad.
Renunció a las riquezas materiales de su familia y comenzó a vivir una vida de humildad y servicio. Se dedicó a ayudar a los enfermos y necesitados, y fue especialmente conocido por su amor hacia la naturaleza y los animales, lo que lo convirtió en un símbolo de armonía con el mundo natural. Fundó la Orden Franciscana, una comunidad religiosa que aún hoy sigue su legado de pobreza, humildad y amor al prójimo.
San Francisco de Asís fue canonizado el 16 de julio de 1228 por el papa Gregorio IX, y es venerado no solo por la Iglesia Católica, sino también por la Comunión Anglicana. El 4 de octubre, día de su memoria litúrgica, se celebra en todo el mundo su vida y obra.
Cada año, la festividad en honor a San Francisco de Asís en el barrio de San Francisco reúne a fieles y visitantes en una celebración que mezcla lo religioso con lo popular. Durante la feria, los eventos religiosos, como las misas, procesiones y rezos, son el corazón de las actividades. La imagen de San Francisco es llevada en una procesión por las calles del barrio, mientras los devotos expresan su gratitud y piden bendiciones.
Pero la feria no solo es un espacio de devoción, sino también de convivencia comunitaria. A lo largo de las calles del barrio se instalan puestos de comida típica, artesanías y juegos tradicionales, donde las familias y amigos disfrutan de las festividades. La música, los fuegos artificiales y las danzas tradicionales también forman parte del programa de actividades, creando una atmósfera festiva y de unión.
Esta feria es un ejemplo de cómo las tradiciones religiosas siguen siendo un pilar importante de la vida comunitaria en Tuxtla Gutiérrez, uniendo a generaciones en torno a la fe y las costumbres. Además, es una oportunidad para que los jóvenes conozcan y valoren el legado cultural y espiritual de su barrio.
La figura de San Francisco de Asís sigue siendo relevante en la actualidad, no solo por su legado religioso, sino también por su mensaje de paz, humildad y respeto hacia la naturaleza. En un mundo cada vez más preocupado por el medio ambiente y la sostenibilidad, la vida de San Francisco resuena como un recordatorio de la importancia de vivir en armonía con el entorno.
Su profundo amor por los animales y la creación ha inspirado a muchas personas a adoptar una actitud más consciente hacia el planeta, y es por ello que es considerado el santo patrón de los ecologistas.
La feria en el barrio San Francisco no solo es una ocasión para celebrar su vida, sino también para reflexionar sobre cómo su mensaje sigue siendo una fuente de inspiración en nuestros tiempos.
Foto: Karla Gómez
Pie de foto: La figura de San Francisco de Asís sigue siendo relevante en la actualidad, no solo por su legado religioso, sino también por su mensaje de paz, humildad y respeto hacia la naturaleza.