Este programa ha reconocido la diversidad cultural de México y Centroamérica

Isabel Nigenda Noticias

Desde 2019, el Estímulo a la Creación Audiovisual en México y Centroamérica para Comunidades Indígenas y Afrodescendientes (ECAMC) ha desempeñado un papel fundamental en la descentralización de los apoyos y la promoción de la inclusión en la formación, el acompañamiento y la producción audiovisual cinematográfica. Este programa ha reconocido la diversidad cultural de México y Centroamérica, permitiendo que cineastas de comunidades indígenas y afrodescendientes imaginen, planifiquen y ejecuten sus propias historias.
Gracias al ECAMC, se han apoyado diversos procesos de 60 películas hasta la fecha, donde se representan 31 lenguas originarias, además del español e inglés. De los responsables de estas películas, cuatro se autoadscriben como afrodescendientes y 56 como indígenas. Nueve de estas películas ya están terminadas y han participado en festivales nacionales e internacionales, mientras que 41 están actualmente en producción y 10 en postproducción.
Cada año, se suman más proyectos a este programa, lo que refleja la creciente participación y representación de miradas, voces, creatividad, energía y voluntad de personas y comunidades que antes no se veían reflejadas en el cine mexicano.
El coordinador del ECAMC y la Residencia ECAMC 2023, Noé Pineda, destacó la importancia de hacer que esta experiencia sea fructífera tanto para los proyectos cinematográficos en desarrollo, producción y postproducción, como para la comunidad en general. Se busca fomentar el encuentro, la colaboración y el intercambio de experiencias entre los participantes, incluyendo aquellos que no pertenecen al cine indígena o afrodescendiente, ampliando así los espacios de colaboración.
Es relevante mencionar que, a lo largo de las cinco ediciones del ECAMC, se han apoyado ocho proyectos provenientes de Centroamérica, específicamente cinco de Guatemala, dos de Panamá y uno de Honduras.
Desde hace tres años, los cineastas de estas comunidades se reúnen en un mismo espacio para reflexionar y dialogar sobre las historias que llevan a la pantalla, conocido como la Residencia ECAMC. Este evento se lleva a cabo en La Albarrada, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, y reúne las miradas de una corriente cinematográfica emergente y vigorosa que está generando un nuevo momento en el cine mexicano.
La tercera edición de la Residencia ECAMC tuvo lugar del 19 al 23 de junio de 2023, y contó con la participación de 26 cineastas de los 13 proyectos seleccionados del ECAMC 2023. Estos cineastas provienen de pueblos originarios residentes en los estados de Chiapas, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Sonora y Veracruz, y en sus proyectos se encuentran representadas diversas lenguas originarias como bats’i vinikotik (tsotsil), chatino (náhuatl), ñuu savi (mixteco), otomí, p’urhépecha (tarasco), yoreme (mayo) y binnizá (zapoteco).
Durante cinco días, los participantes de la Residencia ECAMC se reunieron en La Albarrada para presentar sus proyectos a cuatro asesores expertos en diferentes áreas del cine: Ernesto Pardo (cinefotógrafo), Abril Schmucler (productora), Pedro de La Garza (postproductor) y Len Esquenazi (diseñadora de sonido). Estos profesionales compartieron sus experiencias como hacedores de cine y brindaron orientación y apoyo a los cineastas en desarrollo.
Pedro de la Garza, uno de los asesores de la Residencia ECAMC 2023, destacó la importancia de contar con historias auténticas contadas desde las perspectivas locales: «Las historias que se están contando desde aquí se cuentan a partir de gente que es de aquí. En principio, eso es lo bonito, que tienes cosas reales desde su muy particular forma de verlas. Eso lo hace una cosa totalmente distinta».
Durante la Residencia ECAMC 2023, también se llevaron a cabo clases magistrales y charlas con reconocidos profesionales del cine. La cineasta Tatiana Huezo impartió la clase magistral sobre el proceso creativo en la producción de una película, mientras que Lena Esquenazi, diseñadora de sonido, ofreció una charla sobre diseño sonoro. Además, el documentalista Alberto Arnaut participó con una charla sobre la investigación en el cine documental.
Los participantes de la Residencia ECAMC valoraron esta experiencia como enriquecedora y útil para su desarrollo como directores. Yolanda Cruz, cineasta chatina beneficiaria del ECAMC, comentó: «Estamos conociendo a otros directores, otros proyectos e historias. Año con año, el ECAMC va madurando. Creo que eso indica que la experiencia, cómo está organizada, nos está sirviendo bastante y es muy útil para los futuros directores».
Es importante recordar que en las décadas de los ochenta y noventa surgieron proyectos y talleres enfocados en la formación audiovisual de las comunidades indígenas, como el Primer Taller Indígena del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y la Transferencia de Medios Audiovisuales a Comunidades Indígenas del INPI. Asimismo, proyectos independientes como Ambulante Más Allá, el Campamento Audiovisual Itinerante y el CCC con patas han contribuido al impulso del cine en diferentes comunidades y pueblos del país.
En línea con los esfuerzos de la Secretaría de Cultura federal por no dejar a nadie atrás y promover la cinematografía nacional, el ECAMC ha enriquecido el cine mexicano contemporáneo con nuevas propuestas audiovisuales que reflejan la diversidad cultural del país. Las nuevas miradas que se presentan en pantalla han trascendido las fronteras urbanas y ahora se encuentran en los desiertos, valles y montañas.

Foto: Cortesía.
Pie de foto: Desde hace tres años, los cineastas de estas comunidades se reúnen en un mismo espacio para reflexionar y dialogar.