Karla Gómez NOTICIAS

La restauración del mural La lucha contra el terrorismo, una obra emblemática del pintor canadiense Philip Guston, se celebró el pasado 31 de enero de 2025 en el Museo Regional Michoacano «Dr. Nicolás León Calderón» de Morelia, Michoacán. Este mural, realizado entre 1934 y 1935 con el apoyo de los artistas Reuben Kadish y el poeta Jules Langsner, es una poderosa crítica a la intolerancia, el fascismo y el racismo radical, y su restauración es un homenaje a la relevancia histórica de la pieza, que este año conmemora su 90 aniversario.

La ceremonia de entrega estuvo encabezada por la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), Alejandra de la Paz Nájera, quien agradeció el apoyo de la Fundación Guston y el trabajo colaborativo de diversas instituciones culturales. «Esta restauración ha sido un trabajo detallado que no solo implicó la recuperación de la estabilidad física del mural, sino también su riqueza cromática», destacó la directora. La restauración es el resultado de un esfuerzo conjunto entre el INBAL, el INAH y el Gobierno de Michoacán, con el apoyo de la Fundación Guston, que ha permitido que esta obra monumental sea apreciada nuevamente por el público.

El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, subrayó la importancia de la obra como un testimonio visual de un momento crucial en la historia del siglo XX. «Es un grito contra la intolerancia y un llamado a la conciencia colectiva», señaló. Mientras tanto, Musa Mayer, hija de Philip Guston y presidenta de la Fundación Guston, celebró la restauración, resaltando la relevancia de la obra en la actualidad como una «declaración contra el terror y la injusticia».

El mural, que cubre una superficie de 108.05 metros cuadrados, representa a verdugos encapuchados al estilo del Ku Klux Klan y cuerpos castigados por la superstición y la represión. Esta representación, cargada de dramatismo, es un grito visual que denuncia las atrocidades del fascismo y la guerra, temas aún vigentes hoy en día.

Las labores de restauración incluyeron la consolidación del muro, la reintegración cromática mediante acuarela y técnicas de rigatino, y la intervención en la infraestructura del edificio, que garantizó la protección del mural contra la humedad. Estos trabajos fueron posibles gracias a una inversión de casi 1 millón 800 mil pesos. Además de la restauración, el Museo Regional Michoacano ofrece una exposición fotográfica que documenta tanto la creación del mural como el proceso de conservación, y se tiene previsto un ciclo de conferencias para profundizar en su significado y contexto histórico.

La restauración de este mural no solo representa la preservación de un bien artístico, sino también la reafirmación de la importancia de la crítica social que caracteriza a la pintura muralista mexicana. La obra de Guston, con su poderoso mensaje, sigue siendo una reflexión urgente sobre los horrores del pasado y una llamada a la reflexión en tiempos contemporáneos.

Foto: Karla Gómez

Pie de foto: La restauración de este mural no solo representa la preservación de un bien artístico, sino también la reafirmación de la importancia de la crítica social que caracteriza a la pintura muralista mexicana.