El movimiento cotidiano en la danza escénica
Isabel Nigenda Noticias
El mundo de la danza es un espacio creativo y emotivo, donde cada coreógrafo busca plasmar su propia visión y sentimientos a través del movimiento. En este sentido, el coreógrafo de la pieza «Ensueño», busca reflejar la ausencia personal en los escenarios y las prácticas físicas que requiere y demanda ser un bailarín, explorando distintas acciones cotidianas para crear discursos escénicos.
«Ensueño» es una pieza de danza contemporánea en la que el coreógrafo Juanjo Morales participa junto a Sergio Cruz y Valeria Duran. En ella, se pueden ver y escuchar varios elementos en el discurso escénico, como la poesía como parte fundamental de la creación, el video mapping como herramienta visual que contextualiza la personalidad, la historia y las condiciones emocionales del intérprete en su intervención individual, la voz en off y los efectos sonoros que crean ambientes emotivos, objetos de uso cotidiano como extensiones del cuerpo danzante, y elementos escénicos como la luz-oscuridad.
La idea de realizar la pieza coreográfica, como refiere Juanjo Morales, surge de la necesidad personal de seguir danzando y generar espacios y momentos de encuentro para compartir el quehacer artístico. Es así como junto a Sergio Cruz y Valeria Durán, compañeros, amigos y colegas del coreógrafo, se unen para buscar crear un colectivo de danza contemporánea en el que la colaboración pudiera nutrir y proyectar las experiencias individuales y contextuales de cada uno de los integrantes. De esta forma, «Ensueño» se convierte en una obra en la que convergen situaciones y realidades diversas para crear discursos poéticos y escénicos.
Para el coreógrafo, esta puesta en escena representa “el encuentro y la posibilidad de coincidir con otros cuerpos, que se proyectan en distintos modos en esta danza colectiva”. La danza, entonces, se convierte en un lenguaje universal que puede transmitir emociones, sentimientos y vivencias de manera única y personal.
