Karla Gómez NOTICIAS

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través del Museo Tamayo, presentan la exposición No tengo preguntas, solo respuestas de la artista alemana Raphaela Vogel. Esta muestra multidisciplinaria combina escultura, sonido y video en instalaciones que desafían la percepción del arte y su relación con el espectador.

Raphaela Vogel (1988, Nuremberg, Alemania) construye narrativas impactantes en las que se incorpora a sí misma y reflexiona sobre el concepto griego de hybris, que significa desmesura o soberbia. A través de su obra, cuestiona el ejercicio de la expresión artística y su interacción con los materiales, la infraestructura y el contexto en el que se inserta. En el patio central del Museo Tamayo, Vogel presenta una escultura en bronce en forma de símbolo de interrogación, una pieza que enlaza sus preocupaciones filosóficas con los orígenes del punk rock y sus vínculos con la música, la poesía y la investigación artística.

El título No tengo preguntas, solo respuestas funciona como una declaración provocadora que busca conciliar las problemáticas éticas y estéticas en el arte contemporáneo. Como parte de la inauguración, la artista realizará un performance en vivo a las 19:00 horas, en el que conectará con su pasado musical. Vogel, quien formó la banda de punk The Fist Fuckers a los 14 años, ha desarrollado en sus recientes actuaciones una exploración sonora en colaboración con la poeta Juliane Liebert y el músico Daniel Roth. Sus performances, descritos como esculturas musicales performativas, incorporan altavoces, instrumentos modificados y grabaciones que combinan historia del arte, historia de la música y poesía.

El evento cuenta con el apoyo de Goethe Institut y el PIAC. La exposición se encuentra en el Museo Tamayo, ubicado en Paseo de la Reforma 51, y podrá visitarse de martes a domingo en un horario de 10:00 a 18:00 horas.

Foto: Karla Gómez

Pie de foto: El título No tengo preguntas, solo respuestas funciona como una declaración provocadora que busca conciliar las problemáticas éticas y estéticas en el arte contemporáneo.