El museo, que fue un sueño cumplido para Tamayo, sigue cumpliendo su función de educar y ser un lugar de encuentro

Isabel Nigenda Noticias

Foto: Cortesía. – El curador destacó la visión de Tamayo sobre la finalización de una obra.

El Museo Rufino Tamayo, parte de la Red de Museos del INBAL, celebra su 42 aniversario con la conferencia «La obra inconclusa de Tamayo», ofrecida por Juan Carlos Pereda, curador y subdirector de Colecciones. Durante el evento, Pereda analizó un cuadro sin título que representa a una mujer sentada frente a una mesa con un florero y destacó la importancia de esta obra no terminada en la trayectoria de Tamayo, quien la dejó como un enigma estético abierto a la interpretación.
Pereda describió el boceto como un dibujo magistral, hecho con fluidez y vitalidad, que muestra la habilidad y el lado humano del gran maestro de la pintura mexicana. El curador resaltó las correcciones en los ojos de la mujer y señaló que este cuadro revela el proceso creativo de Tamayo y su sistema de trabajo, así como las influencias de artistas como Paul Cézanne.
La conferencia también abordó la importancia de las obras inconclusas en el arte, destacando que este aspecto ha sido relegado en la historia del arte, pero que ahora se le otorga cierta relevancia. Pereda explicó que, en el caso de Tamayo, esta obra no está incompleta por decisión del artista, sino porque la muerte lo sorprendió antes de poder finalizarla.
Asimismo, el curador destacó la visión de Tamayo sobre la finalización de una obra, afirmando que no está completa hasta que el artista la firma y alguien la cuestiona. Comparó la producción de Tamayo con la de otros artistas reconocidos y resaltó que, a pesar de su disciplina y dedicación, Tamayo realizó menos obras en comparación, lo que hace de cada una de ellas un tesoro artístico.
Pereda concluyó destacando la importancia del Museo Rufino Tamayo como un espacio de confrontación, disfrute y estudio, donde se encuentran las ideas y se nutre espiritualmente a los visitantes. Este cuadro inconcluso representa la culminación de una tarea importante en la vida del pintor mexicano y su contribución a la identidad artística del país.
El museo, que fue un sueño cumplido para Tamayo, sigue cumpliendo su función de educar y ser un lugar de encuentro para el arte contemporáneo internacional. La conferencia y la obra en sí misma son un testimonio de la importancia de preservar y valorar la obra de Rufino Tamayo, uno de los grandes exponentes del arte mexicano del siglo XX.