Calles inundadas, escurrimientos incontrolables y zonas anegadas son consecuencia no tanto del clima extremo, sino de años de crecimiento urbano sin planeación, ni previsión

Jhonatan González NOTICIAS

Tuxtla Gutiérrez colapsa más rápido con menos volumen de precipitación pluvial y se debe a la falta de planeación urbana y medidas de mitigación para disminuir las correntías provocadas cada vez por más pavimento y calles sin drenajes, consideró Sandra Urania Moreno Andrade, directora del Instituto de Investigación y Gestión de Riesgos y Cambio Climático de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.
Las recientes lluvias torrenciales en la capital chiapaneca han evidenciado una vez más la fragilidad de su infraestructura urbana, desde calles colapsadas, escurrimientos incontrolables y zonas anegadas son consecuencia no tanto del clima extremo, sino de años de crecimiento urbano sin planeación, ni previsión, advirtió.
Dijo que la lluvia no es la responsable. Lo que colapsa a Tuxtla es la forma en que se ha construido la ciudad, señaló la especialista, quien encabeza el área académica también conocida como Ciencias de la Tierra.
Indicó que el principal problema se origina en la urbanización descontrolada en las zonas altas de la ciudad. La pavimentación masiva y la eliminación de áreas verdes han sellado los suelos que antes permitían la infiltración natural del agua de lluvia, lo que ahora genera escorrentías más intensas.
También hay muchas de las avenidas principales que carecen de un sistema pluvial adecuado, y aquellas que lo tienen, suelen verse colapsadas por la basura que obstruye alcantarillas y drenajes, ahí es donde hace falta la cultura de evitar tirar basura en la vía pública.
Se requiere de la construcción de drenajes emergentes y la implementación de infraestructura verde como parques en zonas altas, que funcionen como esponjas naturales para el agua de lluvia.
Se requiere de infraestructura, ordenamiento territorial, educación ambiental y participación ciudadana, de no ser así Tuxtla colapsará cada vez más con lluvias de menor intensidad.

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Las recientes lluvias torrenciales en la capital chiapaneca han evidenciado una vez más la fragilidad de su infraestructura urbana.
Foto: Jhonatan González