De 55 a 75 personas habitan por hectárea en el centro de la ciudad

Daniela Grajales NOTICIAS

El estudio arroja que la infraestructura y servicios hacen mejor habitable esta zona, sin embargo concluyeron que cada vez menos gente la habita. – Foto: Daniela Grajales

Estudiantes e investigadores en gestión de riesgos realizaron un índice de qué tan habitable es la capital del estado, considerando los factores ambientales, sociales, económicos y espaciales que permiten o no un buen vivir para sus habitantes.
«Podemos determinar que toda esta franja centro hacia la parte de Copoya, la parte sur, pero también la parte poniente es la que goza de mejor habitabilidad, pero qué pasa con las zonas más recientes, recordemos que las más recientes son las que están en proceso de consolidación, estamos hablando de la parte norte que es donde presentan algunas manzanas problemas de mala habitabilidad pero no significa que sea mala en realidad, sino más bien que están en ese proceso de urbanización, de consolidación», dijo Marcelino García, investigador del CONACYT.
El estudio donde también participaron instancias municipales arroja que la infraestructura y servicios en el centro de la ciudad hacen mejor habitable esta zona, sin embargo concluyeron que cada vez menos gente la habita, registrando apenas de 55 a 75 habitantes por hectárea.
«En la parte central y en muchas de las colonias de hace algunos años ha presentado un fenómeno en el que se están desocupando, la densidad se está yendo para abajo y al menos en las 10 mil 500 hectáreas que tenemos aproximadamente ahorita acá, tenemos mil hectáreas en disponibilidad, o sea que están en baldíos y aparte una gran cantidad de hectáreas en subuso, es decir que tienen servicios, tienen conectividad pero tienen una densidad bastante baja a lo recomendable», mencionó Alejandro Mendoza, director del Instituto Ciudadano de Planeación Municipal.
Cabe señalar que la carta de uso de suelo de la ciudad fue actualizada por última vez en 2015 de acuerdo con ICIPLAM, estos factores influirán en su próxima revisión.
La Carta Urbana ayudará a controlar el crecimiento de la ciudad, a regular la ubicación de mercados, escuelas, iglesias, parques, vialidades, áreas verdes, espacios públicos, transportes, entre otros servicios básicos”, informó la funcionaria municipal.
Cabe señalar que en la actualización de la Carta Urbana participan ingenieros, arquitectos, sociólogos, topógrafos, diseñadores, cartógrafos, entre otros especialistas de diversas disciplinas, quienes han coincidido en que la ciudad se encuentra en una etapa en la que debe crecer de manera vertical; es decir, hacia arriba, y aprovechar las instalaciones que ya se tienen.