Nadie los detiene, pasan caminando hasta Tapachula, con destino a EU
Sergio García CORRESPONSAL / NOTICIAS

Tapachula.- Balsas repletas de migrantes venezolanos, cubanos, centroamericanos y de Haití, cruzan por el río Suchiate, dentro de una nueva ola migratoria que ingresa desde Centroamérica para llegar a territorio mexicano.
En menos de unos 10 minutos cruzaron unos 800 migrantes, en el punto del paso del “Coyote”, sin contar los demás pasos informales donde también cruzan más migrantes que se exponen a la inseguridad, violencia y a los asaltos.
A los migrantes les cuesta pasar unos cinco minutos y pagar la cantidad de 10 quetzales a los balseros, para dejar Guatemala y cruzar a México, donde únicamente bajan de la balsa desesperados y toman la calle para seguir su camino.
En la ribera del río Suchiate, unos 1,000 migrantes han instalado un campamento improvisado, donde hay unas carpas del Instituto Nacional de Migración y de la Guardia Nacional, quienes no se dan abasto por la gran cantidad de migrantes que están cruzando y buscan papeles
El migrante de Venezuela, Bryan Mejía, quien se baña junto a su hijo, en las aguas del Suchiate, lleva 5 días esperando poder ser trasladado para algún punto de México, porque no cuenta con recursos para poder salir de la frontera de Guatemala con México.
“Cinco días está dando prácticamente México para poder seguir avanzando y ahí, se le vence los cinco días al salvoconducto lo devuelven para atrás a México, por favor cualquier ayuda, no pedimos plata, sino tan siquiera los buses para seguir avanzando, en Venezuela, era albañil, ganaba 40 dólares cartón de huevo, la leche del niño y pañales, no me quedaba más, me quedaba seguir prestando”.
En el centro de Ciudad Hidalgo, frontera de México con Guatemala, decenas de migrantes se han alojado en los alrededores de los comercios, puestos de comida y en la orilla de los pasos informales donde han improvisado con casas de campaña, cartones y otros en el suelo.
En un diálogo sostenido con un oficial de la Guardia Nacional, destacó que a la semana pasan por el río Suchiate unos 10,000 migrantes.
La migrante de Venezuela, Angeli Gómez, lleva cuatro días en la frontera sur, sin poder moverse o avanzar, porque se han quedado sin dinero, en medio de cientos de listas de espera para poder salir de esa ciudad fronteriza.
Esta migrante quien se desempeñaba limpiando cuartos y haciendo aseo en Venezuela, explicó que salió de su país, porque la situación económica es crítica, dejando todo y vendiendo lo poco que tiene para lograr un mejor futuro.
La mujer, contó que viaja con su hija, su primo, sobrinos, vecinos y otros parientes, quienes esperan que puedan otorgarles un lugar en los camiones, porque no quieren arriesgarse a caminar, porque pueden ser regresados.
Para el presidente del Colegio de Abogados y Derechos Humanos y Migración en México, A.C, José Gildardo Galdámez Peregrino, consideró que hay una mala política migratoria en México, donde no han encontrado una manera de ordenar las cosas.
“Yo pienso que lo que debe hacer es respetar las reglas del juego, esta le Ley de refugiados que indica las normas para poder conseguir refugio en México y ellos, aún que dictaron esas mismas leyes las están violando, no nos acogemos al estado de derecho estamos violando la ley y eso es lo que está generando este problema y el mismo gobierno está violentando la ley”.
PIE DE FOTO:
Balsas repletas de migrantes venezolanos, cubanos, centroamericanos y de Haití, cruzan por el río Suchiate.
Foto: Sergio García